La Policía Nacional de España y Francia ha llevado a cabo un impactante golpe al mundo del narcotráfico. Juntos, han desmantelado una de las organizaciones criminales más grandes, centradas en la fabricación y tráfico de drogas sintéticas, con raíces en Burgos. Con 13 personas ahora tras las rejas, entre las que se encuentra el líder de la organización, se materializa la caída del «narcoimperio» de Burgos.
La operación policial «Butterfly» ha provocado la incautación de una gran cantidad de drogas, entre las que se incluyen éxtasis, speed, ketamina y cocaína rosa, a lo largo de diversas regiones, incluyendo Barcelona, Cantabria y Madrid.
Las fuerzas de seguridad descubrieron que un individuo español, conocido como «el Jefe», coordinaba desde Barcelona las operaciones, que abarcaban desde la importación hasta la distribución de sulfato de anfetamina. Un complicado sistema de transporte llevaba las drogas desde Barcelona a Alcalá de Henares, Madrid, donde un individuo apodado «el químico» transformaba los productos sintéticos en speed.
Las investigaciones desentrañaron una vasta red de distribución, que operaba desde Burgos y Cantabria hasta el País Vasco. En Burgos, se usaban vehículos con compartimentos ocultos para el transporte de la droga. En Cantabria, la droga se entregaba a una tercera persona ajena al mundo del crimen, que la movilizaba en bolsas de la compra convencionales para evitar sospechas.
Durante la operación «Butterfly», se realizaron 11 registros en Burgos, Barcelona, Madrid y Cantabria, con importantes incautaciones de drogas en cada una de las localidades.
La caída del «narcoimperio» de Burgos es un importante hito en la lucha contra el narcotráfico, que demuestra el compromiso y la eficacia de las autoridades en su batalla contra el crimen organizado y la drogadicción.
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