La ciudad de Burgos enfrenta hoy una reducción significativa en sus servicios de bus urbano debido a la huelga convocada por los sindicatos UGT y CCOO en el sector del transporte por carretera. La protesta, que comienza este lunes 28 de octubre, busca poner de relieve la necesidad de mejores condiciones laborales en un sector que consideran especialmente exigente. La principal demanda de las trabajadoras y los trabajadores es la jubilación anticipada, argumentando que las condiciones de su profesión suponen una carga física importante y riesgos para la salud a lo largo de los años.
Las negociaciones han culminado en la aplicación de servicios mínimos, establecidos en un 32% de la flota habitual, lo que se traduce en la circulación de solo 18 autobuses durante la jornada de huelga. Esta medida, aunque inevitablemente afecta a la movilidad de la ciudad, responde al deseo de las y los profesionales del transporte de hacer oír sus voces. En la línea de Gamonal-avenida del Arlanzón, una de las más concurridas, el servicio se reducirá de seis a un solo autobús, una clara señal de las limitaciones que implica la movilización, pero también de la importancia que los trabajadores y las trabajadoras otorgan a sus reivindicaciones.
Desde los sindicatos se defiende la protesta como un paso necesario para visibilizar las dificultades a las que se enfrentan quienes están detrás del volante cada día. Enfermedades cardiovasculares, dolencias musculoesqueléticas y otras afecciones vinculadas a las largas jornadas y la presión constante son parte de la realidad del sector, una realidad que se busca cambiar. En la actualidad, la plantilla de autobuses urbanos de Burgos está compuesta por 178 personas, 9 de ellas mujeres, con una media de edad de 45 años, lo que refuerza la urgencia de atender las peticiones planteadas por este colectivo.
La Jefa de Tráfico del Servicio ha determinado los servicios mínimos con el fin de garantizar un mínimo de movilidad en la ciudad, aunque reconoce la complejidad de la situación. Para muchas personas usuarias, la jornada supondrá un reto, pero para quienes sostienen el sistema de transporte público, la huelga es un acto de defensa de sus derechos laborales, buscando que se reconozca el desgaste físico y mental que implica su labor diaria.
Aunque las huelgas en el transporte de mercancías y ambulancias fueron desconvocadas tras llegar a acuerdos, las trabajadoras y los trabajadores del bus urbano han decidido mantener su protesta. La decisión de seguir adelante subraya la importancia que este colectivo otorga a la mejora de sus condiciones laborales.