La Vuelta a Burgos se expande y amplía sus fronteras. Por primera vez en su historia, la competición incursionará en la provincia de Soria para disputar su etapa reina, enriqueciendo el recorrido con la diversidad geográfica de la región.
La quinta y última etapa de la próxima edición de la carrera (entre el 15 y el 19 de agosto) no sólo marcará el final de la carrera con un desafiante ascenso a las lagunas de Neila, sino que ofrecerá una travesía por los pintorescos paisajes sorianos. Desde las tierras de El Valle hasta los Pinares, pasando por el sabinar de Calatañazor, los ciclistas tendrán la oportunidad de disfrutar de escenarios variados y desafiantes.
Este giro trascendental en el itinerario de La Vuelta a Burgos tiene su inicio en Golmayo, una localidad situada en el corazón de Soria. El presidente de la Diputación soriana y alcalde de Golmayo, Benito Serrano, expresó su gratitud por tener la oportunidad de ser parte de un evento tan significativo.
Conocida por ser una de las competencias previas a la Vuelta a España, La Vuelta a Burgos es un escenario importante para los equipos y atrae a las estrellas más brillantes del ciclismo internacional. En 2022, la carrera tuvo una repercusión en medios valorada en 14 millones de euros, según la Diputación de Burgos.
Para César Rico, presidente de la Diputación de Burgos, la expansión a Soria no sólo engrandece a La Vuelta a Burgos, sino que también muestra la riqueza paisajística de la región a todo el mundo. Él alabó la belleza de la etapa soriana, señalando el recorrido «de pinar en pinar» y el «espectacular final en las lagunas».
El recorrido de la quinta etapa se inicia el 19 de agosto a las 12:30 horas en Golmayo y culmina en el refugio de las Lagunas de Neila a las 16:45 horas. La ruta abarca toda la zona de El Valle soriano, bordea el pantano de la Cuerda del Pozo, atraviesa los sabinares de Calatañazor y finaliza conquistando los pinares de Soria y Burgos.
La Vuelta a Burgos, además de brindar un gran espectáculo deportivo, requiere la movilización de un equipo humano de 1.000 personas que incluye a trabajadores propios, motos de enlace, Guardia Civil y servicios médicos. Aunque todos ellos se alojan en Burgos, despliegan todos sus recursos en Soria desde primera hora de la mañana para montar la carrera. Este esfuerzo, como concluyó Rico, bien vale la pena.
