Una mujer afincada en Salamanca ha sido acusada de estafar 1.450 euros a través de una trama de ventas ficticias de muñecas Nancy en sitios de segunda mano en línea, estafa que hemos querido apodar como la «Nancy-estafa».
La mujer, de 30 años y con antecedentes penales por fraudes similares, publicaba anuncios de las codiciadas muñecas, persuadiendo a los compradores para que pagaran por adelantado. Tras recibir el pago, desaparecía sin entregar las muñecas prometidas.
La autoridad encargada de rastrear esta estafa fue la Jefatura Superior de Policía de La Rioja, quienes, a través del Grupo de Delitos Tecnológicos, lograron identificar a la presunta estafadora.
Esta «Nancy-estafa» afectó a un total de siete personas en todo el país, incluyendo a una mujer de Logroño. La estafadora operaba de manera tan ingeniosa como fraudulenta. Usurpaba las identidades de varias personas para abrir cuentas bancarias donde recibía los fondos de las estafas.
Sorprendentemente, la mujer poseía más de cincuenta cuentas bancarias en diferentes entidades, herramienta que usaba para cometer otros actos fraudulentos. Tras una meticulosa investigación, la policía pudo finalmente acreditar la identidad completa de la estafadora.
Además de la «Nancy-estafa», la mujer tiene cinco antecedentes penales por hechos similares, poniendo de manifiesto un historial constante de fraudes.
En vista de este caso, la Policía Nacional advierte a los ciudadanos sobre el peligro de las estafas en línea. Recomiendan precaución al comprar artículos en sitios de segunda mano y redes sociales, sugiriendo evitar pagos anticipados y hacer verificaciones exhaustivas antes de realizar transacciones.
Subrayan la importancia de desconfiar de «chollos» y tratos que parecen demasiado buenos para ser verdad. Además, aconsejan la cautela con la documentación personal, ya que los estafadores suelen usarla para engañar a otras víctimas.
Finalmente, si se detecta un posible fraude, es fundamental cortar toda comunicación, contactar a la entidad bancaria para cancelar cualquier transacción y denunciar a la policía, proporcionando la mayor cantidad de información posible.
La «Nancy-estafa» es una dura lección para todos los compradores en línea, y un recordatorio de que, en el mundo digital, no todo es lo que parece.