En la antesala del histórico enfrentamiento entre la Arandina CF y el Real Madrid en la Copa del Rey, un torbellino de controversias ha sacudido a Aranda de Duero. El epicentro de esta agitación se encuentra en un intercambio de acusaciones y descalificaciones entre el secretario de la Arandina, Francisco Galán, y altos cargos municipales, incluyendo al alcalde, Antonio Linaje, y la concejala de Deportes, Belén Esteban.
La situación escaló durante una llamada telefónica, donde Galán, en un momento de tensión, arrebató el teléfono a Virginia Martínez, presidenta de la Arandina y concejala del Partido Popular. Las palabras intercambiadas, cargadas de insultos y agravios, han resonado en el ambiente político y deportivo de la ciudad. Linaje, afectado por los comentarios, ha exigido disculpas privadas, amenazando con emprender acciones judiciales si no se cumplen en un plazo de tres días.
Este choque verbal se produce en un contexto de desacuerdos sobre la financiación y organización del próximo partido. El Ayuntamiento de Aranda, que ya invirtió 50.000 euros en el partido contra el Cádiz, solicitó a la Arandina CF que asumiera hasta un 25% de los costes estimados en 150.000 euros para el encuentro con el Real Madrid, propuesta rechazada por la directiva del club.
La relación entre el equipo de gobierno municipal y la directiva del club ha sido tensa durante meses, con un trasfondo político evidente dado el doble rol de Martínez. La situación ha llegado a un punto crítico justo antes del duelo contra el Real Madrid, poniendo en riesgo la armonía necesaria para la celebración de un evento de tal magnitud.
