El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha respaldado una sentencia previa de la Audiencia Provincial de Valladolid que absolvía a un masajista acusado de abuso sexual. Esta resolución judicial ratifica la decisión tomada en febrero, dejando sin efecto las acusaciones que pesaban sobre el profesional.
La controversia surgió en junio de 2021
Una clienta del centro donde el masajista prestaba sus servicios denunció que, después de recibir un masaje, había sido víctima de abuso sexual por parte de este empleado. Durante el proceso, se detalló que la mujer seleccionó específicamente la sala para el masaje, y acordó un servicio completo de dos horas. Aceptando que el masajista fuera el acusado, y antes de iniciar el tratamiento, se le consultó sobre su preferencia de vestimenta, y ella decidió conservar solamente su ropa interior. Fue cubierta con un pareo durante la sesión, que se fue ajustando a medida que avanzaba el masaje.
Las alegaciones sobre conducta inapropiada fueron examinadas a fondo en el juicio. La Audiencia Provincial, después de revisar las evidencias y testimonios, concluyó que no había pruebas concluyentes que confirmaran las acusaciones contra el masajista, como supuestos tocamientos indebidos o un beso al concluir la sesión.
Había graves consecuencias en juego para el masajista. La Fiscalía había propuesto una sentencia de cárcel de un año y una orden de alejamiento de la denunciante por cinco años. Además, la acusación particular demandaba un año y medio de prisión, el mismo período de inhabilitación profesional y, para agravar aún más la situación, una compensación de 50.000 euros.
Este caso recalca la importancia de la presunción de inocencia y la necesidad de una investigación exhaustiva antes de dictar un veredicto. Es fundamental para garantizar que se haga justicia y se protejan los derechos de todas las partes involucradas.