Un hecho insólito se produjo en Valladolid, una pistola cargada aparece en plena vía pública. Fue en la tranquila calle Pozo, del barrio San Nicolás, donde un ciudadano, durante su habitual paseo nocturno con su perro, topó con el arma al pie de un árbol. Al principio, se confundió con un juguete, pero el peso y la existencia de proyectiles en su cargador apuntaban a un escenario mucho más serio.
El antiguo artefacto ahora se encuentra bajo el análisis exhaustivo de la Policía Científica. Cargada con munición real y cubierta por una gruesa capa de óxido, la pistola posee un aspecto que sugiere haber soportado las inclemencias del tiempo a la intemperie durante un periodo considerable. Los detalles como la marca, modelo y número de serie quedan ocultos bajo el óxido, por lo que determinar su procedencia y posibles dueños se convierte en un desafío para los investigadores.
Tras encontrarse con el inesperado objeto, el hombre alertó al Cuerpo Nacional de Policía (CNP) de Valladolid, y usando una bolsa para recoger los excrementos de su perro para manipular el arma, la recogió. Los efectivos de la Policía Científica fueron enviados a la escena durante la misma noche del lunes 19 de junio, con el objetivo de recolectar muestras y buscar posibles huellas.
La calle Pozo, conocida por su bajo tránsito peatonal y vehicular, salvo por los usuarios ocasionales de garajes, se ha convertido en el foco de una intrigante investigación policial. La teoría inicial plantea que el arma pudo haber estado escondida en el tronco de un árbol, aunque los árboles de esta calle son mayoritariamente jóvenes y de tronco fino, lo que hace esta hipótesis poco probable.
Cuando aparece una pistola en esta zona de Valladolid se abre un nuevo frente de investigación para la Policía Científica. El desafío ahora es eliminar la corrosión del arma, recuperar cualquier huella latente y rastrear su origen.
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