La celebración de Halloween en Valladolid tuvo un giro inesperado cuando la Policía Municipal intervino en un botellón en la zona de Moreras. Este no era un botellón común, ya que estaba compuesto principalmente por menores de entre 13 y 17 años.
En este escenario los agentes de la Policía Local de Valladolid decomisaron un total de 111 bebidas alcohólicas. Además, se abrieron 11 actas por tenencia de drogas y se presentaron hasta 15 denuncias por consumo ilegal de alcohol en la vía pública.
La noche no solo estuvo marcada por el consumo excesivo de alcohol. Dos de los menores presentes tuvieron que ser trasladados al hospital por intoxicación. Otros dos jóvenes, que no pudieron ser identificados, fueron recogidos por sus padres. En total, los agentes incautaron 68 botellas de alcohol, 28 tetrabriks de vino y 15 envases de cerveza.
Pero el alcohol no fue el único problema. Tres actas fueron levantadas por tenencia de arma blanca. Dos jóvenes de apenas 15 años fueron sorprendidos portando navajas de diferentes tamaños y un bate.
Este incidente en Moreras pone de manifiesto la necesidad de una mayor vigilancia y control durante las celebraciones, especialmente cuando involucran a menores de edad. La combinación de alcohol y armas podría haber tenido consecuencias mucho más graves. Es esencial que las autoridades y la comunidad trabajen juntas para garantizar que eventos como este no se repitan en el futuro.