El 7 de julio dio comienzo el periodo de solicitudes para el bono digital en la región de Castilla y León. Esta iniciativa está diseñada para ayudar a las personas y familias en situación de vulnerabilidad a obtener conexiones de Internet de alta velocidad en sus hogares.
Dirigido principalmente a los beneficiarios de la Renta Garantizada de Ciudadanía (RGC) o del Ingreso Mínimo Vital (IMV), el bono se puede solicitar hasta el 15 de septiembre. Su propósito es ayudar a las familias a establecer o mejorar sus conexiones de Internet de banda ancha, con una velocidad mínima de 30 Megas por segundo (Mbps).
El bono, financiado por los Fondos Europeos NEXT Generation, cuenta con un presupuesto total de 790.000 euros. Cada beneficiario recibirá un bono anual de 240 euros, lo que equivale a un ahorro mensual de 20 euros, incluido el IVA, en el costo total del servicio.
¿Quién prestará el servicio?
Las operadoras encargadas de proporcionar este servicio son O2 y Lowi, las cuales están obligadas a participar tras registrarse como colaboradoras antes del 14 de junio. Una vez los solicitantes sean notificados con una resolución positiva, tendrán un mes para contratar el servicio o mejorar su plan actual. Además, deben comprometerse a mantener el servicio durante al menos un año.
Para presentar la solicitud para el bono digital, los interesados deben proporcionar un certificado que demuestre que son beneficiarios de la RGC o el IMV, un comprobante de empadronamiento y una copia de su DNI o NIE. La Junta podrá verificar estos documentos automáticamente si así lo prefieren los solicitantes.
Las solicitudes pueden presentarse tanto de manera presencial como telemática en las oficinas de asistencia en materia de registros de la Administración de la Comunidad de Castilla y León. También se pueden presentar en otros centros indicados en el artículo 16.4 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
