Tras una operación que ha puesto fin a una serie de robos violentos, la Policía Nacional de Burgos ha desarticulado una banda criminal que se dedicaba a asaltar a jóvenes en su regreso a casa. Este grupo, compuesto por cuatro adultos detenidos y un menor identificado, se había convertido en una amenaza para los residentes de la ciudad, especialmente en las zonas de ocio nocturno.
Los hechos, que se sucedieron durante el pasado mes de noviembre, revelaron un patrón alarmante. Las víctimas, en su mayoría jóvenes, sufrían los asaltos por parte de un grupo de entre cuatro y siete individuos mientras volvían a sus hogares en las horas de la madrugada. Los asaltantes, ocultando sus rostros con capuchas y otras prendas, empleaban la intimidación y la violencia para despojar a sus víctimas de dinero y teléfonos móviles.
La agresividad de los ataques, que incluía puñetazos y golpes con barras metálicas, destacaba por su brutalidad, algo inusual en Burgos. Esta ola de violencia motivó un dispositivo especial de la Comisaría Provincial, que logró identificar a los sospechosos en un tiempo récord.
Los detenidos, originarios de un pueblo cercano a Burgos, se desplazaban a la ciudad durante los fines de semana para cometer sus delitos. Su modus operandi y el hecho de no ser conocidos localmente complicaban su identificación por parte de las víctimas. Sin embargo, el meticuloso trabajo de la Brigada de Policía Judicial, apoyado por la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, permitió finalmente dar con ellos.
Con la detención de estos individuos y la identificación del menor, la Policía Nacional ha logrado esclarecer al menos siete hechos delictivos perpetrados por esta banda, aunque no se descarta su implicación en otros robos anteriores. Las investigaciones continúan para identificar y detener a los posibles miembros adicionales del grupo.
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