A raíz de la aprobación ayer en Junta de Gobierno de la modificación del contrato del proyecto del Teatro Lope de Vega con una subida de 6 millones de euros, el actual concejal de urbanismo José I. Zarandona ha culpado al anterior equipo de Gobierno de una supuesta «mala gestión». Desde Valladolid Toma la Palabra se sostiene que Zarandona miente ya que el propio expediente aprobado ayer reconoce que había una memoria justificativa del contrato de marzo de 2022 que en nada advertían de las circunstancias que ahora ha puesto encima de la mesa la empresa adjudicataria.
«Si el problema es el incremento del presupuesto, el nuevo equipo de Gobierno puede decidir entre ampliar el Puente del Poniente y eliminar el actual carril bici de Isabel la Católica para construir otro, cuyo coste total es de 6’5 millones o reformar el teatro más antiguo de Valladolid, ahora propiedad del Ayuntamiento y Bien de Interés Cultural de nuestra ciudad», sostiene la portavoz municipal de VTLP, Rocío Anguita.
Como explica la concejala, en julio de 2021 «se contó con el informe técnico preceptivo realizado por una empresa externa que nada decía sobre la mala situación de la estructura del edificio». «El problema ha aparecido con el estudio geotécnico del que partió, y que todas las partes habían asumido como correcto, ya que al redactar el proyecto definitivo se ha valorado como absolutamente inservible».
Una circunstancia que, como detalla la concejala, se conoció en abril de 2023 y no se ha actuado, al conocerla, hasta que el nuevo Ayuntamiento decidiese. «Tampoco se decía nada en el informe de marzo 2022 con cuyos datos se realizó la licitación de la ampliación de los metros construidos para cumplir con las normativas de aplicación y en materia de seguridad».
«Ni el anterior equipo de gobierno ni el actual son responsables del incremento de costes que han sufrido los materiales de construcción a raíz de la situación internacional y las subidas del IPC», defiende Anguita, aclarando que «en ningún caso este incremento ha tenido que ver con una mala gestión del anterior concejal de urbanismo, Manuel Saravia».
Valora muy positivamente la gestión de Saravia, impulsor de la recuperación de este histórico teatro: «Lo que hizo fue abrir largas negociaciones con la propiedad, Caja Duero, para rescatar el edificio para su rehabilitación desde 2015 hasta que se consiguió su adquisición por parte del Ayuntamiento en 2020 a través de una permuta de terrenos».
Siguiendo con el relato de las actuaciones, explica que simultáneamente se consiguió la declaración de Bien de Interés Cultural por parte de la Junta de Castilla y León, además de llevar a cabo actuaciones de consolidación y estabilización del edificio en 2021.
También en el año 2022 se tramitó la petición de una financiación europea mediante los fondos Next Generation para acometer las obras del teatro, que está ya aprobada. «En este proceso se ha contratado un proyecto redactado en plazo conforme a las buenas prácticas con un concurso complejo, en varias fases de equipos especializados y el adjudicatario es un equipo reconocido».
Por todo ello, desde Valladolid Toma la Palabra preguntan al actual concejal cuál ha sido la «mala práctica», la «inadecuada gestión» realizada por el anterior equipo de Gobierno o en qué momento se ha actuado al margen del control permanente de los servicios técnicos.
«Hacer política requiere de justificar ante la ciudadanía cuáles son las prioridades e inversiones que se proponen para el bien común y la mejora de la ciudad para la mayoría de sus ciudadanos y ciudadanas», concluye Rocío Anguita.