El panorama urbanístico actual en Burgos enfrenta serias dudas en relación a su gestión y planificación por parte del bipartito conformado por PP y VOX y encabezado por Cristina Ayala. Daniel Garabito, concejal del grupo municipal socialista, ha expresado sendas preocupaciones sobre el presupuesto de urbanismo para el año 2024, señalando una más que notable ausencia de proyectos nuevos y concretos. Esta situación pone en evidencia la capacidad del gobierno de Ayala para implementar iniciativas urbanísticas significativas y beneficiosas para la ciudad.
Garabito ha indicado que, aunque el presupuesto continúa con algunas obras iniciadas por el Partido Socialista en el anterior mandato, como la reforma de la Policía Local y el Plan Castillo, no se observan nuevos proyectos con planes de ejecución claros y bien definidos. Entre las propuestas mencionadas, como la reforma del edificio del Rey San Fernando y la mejora en el acceso al barrio de Cortes, ninguna parece contar con un plan de acción detallado para su ejecución en 2024.
El concejal también ha señalado la exclusión de proyectos previamente considerados de gran relevancia, como la remodelación de la calle Vitoria y la Plaza Roma, y la ausencia del Plan Municipal de Vivienda, aprobado anteriormente de manera unánime. Estas omisiones sugieren una posible desviación de los objetivos urbanísticos establecidos.
El área de personal no se libra de la mala gestión del bipartito.
Por otro lado, José María Romo, también concejal socialista, ha expresado su preocupación por lo que percibe como irregularidades en la administración del personal. Romo ha destacado que las bases para la jefatura de personal parecen mostrar una falta de rigor, con requisitos aparentemente menos exigentes para dirigir un departamento tan crucial como el de personal, en comparación con los establecidos para la bolsa de administrativos. Esta situación podría indicar una flagrante desatención a los principios de igualdad, mérito y capacidad en la selección de personal.
La gestión del actual equipo de gobierno burgalés en el ámbito urbanístico y administrativo se enfrenta a desafíos y dudas que afectan no solo el desarrollo urbano de la ciudad, sino también a la transparencia y eficacia de la administración pública.