Tras los eventos de la Nochevieja ultra en Ferraz, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha presentado una denuncia ante la Fiscalía General del Estado. Esta acción legal surge como respuesta a las manifestaciones fascistas realizadas en las inmediaciones de su sede en Madrid, donde se vio un muñeco representando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, siendo apaleado. La denuncia, que abarca 59 páginas, no solo cuestiona la naturaleza de la protesta, sino que también sugiere una posible conexión con el partido Vox y otras organizaciones de extrema derecha.
La denuncia del PSOE argumenta que los hechos van más allá de la crítica política, situando al partido y a su líder en el centro de actitudes violentas y discriminatorias. Se señala una incitación a acciones no legítimas, como un magnicidio o un linchamiento, que atentan contra la seguridad e integridad personal de quienes representan o se identifican con la ideología socialista. Esta situación, según el PSOE, no puede estar amparada por la libertad de expresión, y se mencionan posibles delitos de odio, amenazas o injurias.
Unos sucesos «a la sombra de VOX».
El Escrito del PSOE a la Fiscalía pide investigar la «conexión» de Vox con estos hechos, sugiriendo acciones coordinadas y organizadas en el tiempo. Se plantea la posibilidad de que estas acciones estén siendo financiadas de manera irregular, a través de donaciones y aportaciones opacas, lo que violaría la ley de partidos. La denuncia también menciona la recaudación de fondos para la organización del evento, con un objetivo de 10.000 euros.
Durante la protesta de Nochevieja, unos 300 asistentes, convocados por la organización juvenil de Vox, Revuelta, se reunieron frente a la sede del PSOE. Allí, colgaron de un semáforo un muñeco-piñata de Pedro Sánchez, representado con una nariz de Pinocho, y lo golpearon al grito de frases hostiles. La Policía ya ha citado al convocante de la protesta para tomarle declaración.
Posible implicación penal de la Nochevieja en Ferraz.
La denuncia del PSOE también aborda la calificación penal de los hechos acaecidos en nochevieja. Se considera la posibilidad de que constituyan un delito de injurias, amenazas con agravante de discriminación ideológica, e incluso injurias graves al Gobierno de la Nación. Además, se menciona una “reiterada incitación al odio”, que podría enmarcarse bajo un delito de odio recogido en el artículo 510 del Código Penal.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y la jurisprudencia española establecen que la libertad de expresión puede restringirse sin violencia solo cuando el discurso hostil se dirige contra minorías y grupos vulnerables. También sus socios de gobierno y otros partidos progresistas se han manifestado en la misma línea.
Sin embargo, el PSOE argumenta que los insultos y actitudes observadas en la protesta son innecesarios para la crítica política y podrían constituir un delito de odio, incluso cuando se dirigen a personas en cargos políticos o institucionales.
Finalmente, la denuncia solicita una serie de diligencias a la Policía Nacional, incluyendo la identificación de los participantes y organizadores del evento, así como la revisión de los expedientes sobre las autorizaciones de la manifestación.