En un operativo conjunto entre la Policía Nacional y la Inspección de Trabajo, se ha logrado la detención de un empresario agrícola de Valladolid que mantenía a trabajadores extranjeros en condiciones de explotación laboral cercanas a la esclavitud. Según las investigaciones, el sospechoso engañaba a personas en situación administrativa irregular, ofreciéndoles supuestos contratos de trabajo que luego no llegaban a materializarse.
Los jornaleros fueron obligados a trabajar más de 10 horas diarias, los 7 días de la semana, por un salario ínfimo de 7 euros la hora. Además, el empresario les proporcionaba un alojamiento insalubre en el que llegaban a dormir hasta 15 personas, descontándoles 200 euros mensuales por persona. También les cobraba 2,50 euros diarios por el transporte hasta el lugar de trabajo.
Según las autoridades, este empresario «se nutría de trabajadores extranjeros en situación administrativa irregular como mano de obra, a quienes engañaba con falsas promesas de un contrato de trabajo a largo plazo que les permitiera poder regular su situación en España y que nunca llegaba a formalizar».
Los afectados se encontraban en una «situación especialmente vulnerable» que les impedía acceder al mercado laboral, lo que les obligaba a aceptar las draconianas condiciones impuestas por el sospechoso. Incluso se les obligaba a trabajar aun estando enfermos, sin derecho a bajas ni descansos.
La operación policial, denominada «OP. BACO», culminó con la detención del empresario investigado, acusado de un delito de explotación laboral. Las autoridades han hecho un llamamiento a la ciudadanía para que colabore denunciando este tipo de situaciones a través de los canales habilitados por la Policía Nacional.