La expulsión de Francisco Igea y Edmundo Bal ha supuesto una nueva crisis interna en C’s, una medida derivada de sus críticas hacia la hoja de ruta del partido. La nueva plataforma política de Igea y Bal se denomina NEXO -por ironías de la vida han querido que el nombre de esta nueva formación política coincida con el de nuestro medio-.
Con esta nueva plataforma política, Igea y Bal buscan una estrategia que consiga seducir a un electorado que, entienden, se siente huérfano de una opción “moderada”, intentando atraer a votantes desencantados tanto del PSOE como del PP. La decisión de no presentarse a las elecciones del 23-J fue la gota que colmó el vaso y vieron en ella el error definitivo por parte de los dirigentes de Ciudadanos para acabar de enterrar la organización.
Francisco Igea, conocido por ser la cara de C’s en las últimas elecciones de Castilla y León y su único representante en las Cortes de Castilla y León, ha liderado el sector crítico con la dirección nacional y con las decisiones estratégicas de su ahora ex partido. A pesar de haber aceptado su expulsión, Igea continuará como procurador no adscrito en las Cortes de Castilla y León.
Un proyecto político que agoniza.
Con un ascenso meteórico, el partido fundado por Albert Rivera en 2006, estuvo por momentos a punto de desbancar al PP como primera fuerza política de la derecha. Sin embargo, el partido tanto en las últimas etapas de Rivera como con Inés Arrimadas al frente, fue entrando en una espiral de decisiones estratégicas y cambios bruscos de alineación política, que no fueron bien recibidos por su base electoral.
Algunos analistas consultados por este medio y conocedores de la primera etapa de Ciudadanos -en la que no querían situarse en el eje tradicional izquierda-derecha- señalan que:
“Las incoherencias de Ciudadanos, tanto ideológicas como estratégicas, que se han vivido en los últimos años no ha sido más que un proceso de desenmascaramiento de su verdadera identidad conservadora y neoliberal».
Estos mismos analistas concuerdan en que la imagen pública de Ciudadanos ha sido la de “disputar a Ayuso y en algunos casos a VOX las formas más trumpistas y reaccionarias de la ola de extrema derecha en su llegada a España”. Y sobre sus resultados añaden: “es evidente que ha sido una decisión nefasta, el partido prácticamente ha desaparecido y los partidos tradicionales se han quedado sin un partido bisagra que les pudiese sostener en una lógica turnista del poder”.
La expulsión se produjo en un clima de creciente tensión interna y desacuerdos estratégicos que han marcado los últimos meses en Ciudadanos. Ahora, con la nueva plataforma política, numerosos rostros conocidos como Fernando Sabater o José Luis Corcuera aspiran a reenganchar a un electorado de centro derecha liberal que, en su opinión, Ciudadanos ha perdido.
En el panorama actual, Ciudadanos se encuentra en una posición muy precaria. Los sucesivos fracasos electorales y la pérdida de representación en muchas instituciones han mermado significativamente su economía, estructura y relevancia en la política española. Su capacidad para reinventarse y reconectar con un electorado desencantado determinará su lugar en la política española en los próximos años.
