En las tierras altas de Soria, oculto entre montañas y bosques, se alzaba majestuosamente el castillo de Hogwarts. Aunque antaño había sido un refugio para todos los magos y brujas que buscaban conocimiento, ahora se había convertido en el último bastión de resistencia, liderado por Harry Potter. El oscuro reinado de Fernández Mañueco y sus temibles aliados, los Mortífagos de VOX, liderados por la implacable Bellatrix García-Gallardo, se cernía sobre Castilla y León.
Esta comunidad, una vez próspera y llena de vida, ahora estaba sumida en la oscuridad. Las grandes empresas, con el apoyo de Mañueco, habían acaparado toda la riqueza, dejando a las pequeñas y medianas empresas sin oportunidad de prosperar. La sanidad pública, que había sido el orgullo de la comunidad, estaba en ruinas, reemplazada por instituciones privadas que solo atendían a aquellos que podían pagar sus exorbitantes tarifas. Los que Mañueco y sus seguidores llamaban «Sangre Limpia» eran aquellos ricos que vivían en opulencia, mientras el resto de la población luchaba por sobrevivir.
Harry, junto con Ron y Hermione, se encontraban en una de las torres de Hogwarts, mirando hacia el horizonte. El cielo estaba teñido de un tono grisáceo, reflejo del sombrío estado de la comunidad.
«Tenemos que hacer algo», murmuró Hermione, con un tono de determinación en su voz. «No podemos permitir que Castilla y León se pierda para siempre.»
Ron asintió, apretando su varita mágica. «Esos seguidores de Mañueco, venerando a la extrema derecha como si fueran dioses… es repugnante.»
Harry, con la mirada fija en el horizonte, habló con voz firme. «Reuniremos a todos los que aún creen en una Castilla y León libre y justa. Lucharemos contra Mañueco, VOX y todos aquellos que buscan sumir a nuestra tierra en la oscuridad.»
Y así, los tres amigos, con el apoyo de los valientes estudiantes y profesores de Hogwarts, comenzaron a planificar su resistencia. Sabían que la batalla no sería fácil, pero estaban dispuestos a darlo todo para devolver la luz a Castilla y León.
En las semanas siguientes, llevaron a cabo misiones secretas para sabotear las acciones de las grandes empresas y rescatar a aquellos que habían sido injustamente encarcelados por oponerse al régimen de Mañueco. Cada victoria, por pequeña que fuera, les daba esperanza.
Harry Potter enfrenta su batalla final.
Las fuerzas de Hogwarts, lideradas por Harry, se enfrentaron a los seguidores de Mañueco y a los Mortífagos de VOX en un épico enfrentamiento que determinaría el destino de Castilla y León. Hechizos y maldiciones iluminaban el cielo, mientras ambos bandos luchaban con ferocidad.
En el clímax de la batalla, Harry se encontró cara a cara con Mañueco. Con una mirada decidida, Harry pronunció las palabras de un poderoso hechizo, y en un destello de luz, Mañueco fue derrotado.
Con su líder caído, los Mortífagos de VOX y Mañueco se dispersaron, y Castilla y León comenzó su camino hacia la recuperación. Hogwarts, una vez más, se erigió como un símbolo de esperanza y resistencia.
Y en las tierras altas de Soria, el sol brilló una vez más, iluminando un futuro lleno de promesas para todos los habitantes de Castilla y León.