El eco de las campanas de la Catedral de Salamanca resuena en las calles empedradas de la ciudad, marcando el ritmo de una historia que aún se siente viva en sus piedras centenarias. Si uno se detiene a escuchar, puede percibir las voces de aquellos salmantinos que, en los años 30, vivieron en una ciudad que se convirtió en el epicentro del fascismo internacional.
Era un período muy difícil en España. Mientras la Plaza Mayor se llenaba de fervor y esvásticas, los españoles y españolas enfrentaban la dura realidad de una guerra que amenazaba con imponer lo peor del fascismo reaccionario frente a los avances democráticos y liberales que representaba la II Republica. La élite salmantina, compuesta por fuerzas reaccionarias y militares, se encontraba en una posición privilegiada, con Franco estableciendo su Cuartel General en la ciudad y consolidando su poder.
Salamanca, con su rica historia y su prestigiosa universidad, se convirtió en el escenario de importantes eventos políticos y militares. La presencia de embajadas de países que apoyaron el alzamiento, como la Alemania nazi y la Italia fascista, marcó un período en el que la ciudad del Tormes se convirtió en el corazón de un Estado autoritario en formación.
Salamanca en 1937 a través de la lente del cine.
Gracias a la magia de la cinematografía, podemos sumergirnos en esa Salamanca de 1937. Un documental titulado «Presentación de credenciales del Embajador de Alemania en Salamanca», rodado en ese año, nos muestra una ciudad en pleno fervor fascista. Las imágenes, aunque propagandísticas, nos ofrecen una ventana al pasado, permitiéndonos experimentar la vida cotidiana de una sociedad en conflicto. Las calles, las plazas y los edificios emblemáticos cobran vida ante nuestros ojos, mostrándonos una Salamanca que muchos preferirían olvidar, pero que es esencial recordar.
La Salamanca de aquellos años era una ciudad donde la influencia del fascismo, la consolidación del poder de Franco y el papel de la ciudad en la Guerra Civil son solo algunas de las facetas que conformaban la vida en Salamanca. Y ahora, con la ayuda de la tecnología y la inteligencia artificial, podemos viajar en el tiempo y experimentar ese momento único en la historia.