En el análisis de las infracciones de tráfico en Castilla y León, los conductores de Burgos se han posicionado como los más sancionados de la comunidad. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), en 2022, Burgos registró 8.563 sanciones, lo que representa el 39,7% del total de los puntos retirados en la región. Esta cifra coloca a Burgos en la cima de la lista, seguido por Valladolid y Palencia, que también registraron altos números de sanciones.
El total de puntos retirados en CyL ascendió a 82.611, de los cuales Burgos acumuló 32.859. Esta concentración de sanciones en Burgos, Valladolid y Palencia representa más del 82% del total de denuncias y el 83,4% de los puntos retirados en las nueve grandes ciudades de la comunidad. En contraste, ciudades como Soria y Zamora presentaron cifras significativamente más bajas.
La mayoría de estas infracciones en Burgos se debieron a los dispositivos ‘foto rojo’, cámaras instaladas en semáforos para verificar el cumplimiento de la detención de los vehículos. Estos sistemas han generado controversia, siendo criticados por su eficacia en la seguridad vial y por su posible uso como «cajas registradoras» por parte de los ayuntamientos.
Además de los ‘foto rojo’, el exceso de velocidad y los positivos de alcohol fueron las siguientes infracciones más comunes. La no utilización del casco, el cinturón de seguridad o los sistemas de retención infantil, así como el uso del móvil y los positivos por drogas, también contribuyeron a la alta tasa de sanciones.
Desde Automovilistas Europeos Asociados (AEA), se ha criticado la gestión de estas sanciones, señalando la falta de premura de los ayuntamientos para comunicarlas a Tráfico, lo que crea «inseguridad jurídica» para los conductores. Además, se ha cuestionado la relación entre el número de sanciones y la población de los municipios o el número de conductores.
