El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha aprobado una resolución que exige un alto el fuego inmediato en Gaza para poner fin a la catástrofe humanitaria provocada por la ofensiva genocida del Estado israelí. Después de semanas de intensos enfrentamientos y cuatro intentos fallidos, el organismo internacional ha logrado posicionarse de manera rotunda a favor de una tregua en el conflicto que asola la Franja de Gaza.
La ONU se sigue poniendo de perfil.
La resolución, presentada por los 10 miembros no permanentes del Consejo, se adoptó con 14 votos a favor y la abstención de Estados Unidos. En ella, se demanda inequívocamente el cese de las hostilidades de Israel durante el mes sagrado del Ramadán, que finaliza el próximo 9 de abril, y que este alto el fuego conduzca a uno «duradero».
Esta decisión se produce en un contexto de escalada sin precedentes de la violencia y el genocidio perpetrado por las fuerzas israelíes en Gaza, donde, según los últimos datos del Ministerio palestino de Salud, la ofensiva ha causado ya 32.226 muertos y 74.518 heridos palestinos. Cifras escalofriantes que reflejan la catástrofe humanitaria provocada por el Estado genocida de Israel en el enclave palestino.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha celebrado la aprobación de la resolución, pero ha advertido de que «el fracaso sería imperdonable». En declaraciones previas, Guterres lamentó que el Consejo de Seguridad sea «víctima de las enormes divisiones geopolíticas» actuales, dificultando alcanzar consensos para detener el genocidio israelí en Gaza.
La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, ha asegurado que su país «apoya plenamente» los objetivos críticos de lograr un alto el fuego, la liberación de los rehenes y el alivio del sufrimiento civil en Gaza provocado por los ataques israelíes. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha cancelado la visita de asesores a Washington en “represalia” por la abstención de Estados Unidos.
España en la buena dirección.
Por su parte, el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, ha aplaudido la exigencia de un alto el fuego y ha urgido a que entre ayuda humanitaria masiva y se libere a todos los rehenes palestinos secuestrados por Israel. En los últimos días, España, Malta, Eslovenia e Irlanda acordaron una declaración conjunta en la que se comprometen a reconocer a Palestina «cuando pueda suponer una contribución positiva», en un intento por frenar el genocidio israelí.
Una postura duramente criticada por el Gobierno israelí, quien ha tachado esta iniciativa de «recompensa al terrorismo». El Ejecutivo de Netanyahu insiste en que «la resolución del conflicto sólo será posible mediante negociaciones directas entre las partes«, ignorando las masacres y crímenes de lesa humanidad cometidos por Israel contra la población civil palestina.
El camino hacia la aprobación de la resolución ha estado plagado de obstáculos, evidenciando la falta de voluntad de la comunidad internacional para poner fin al genocidio israelí. Rusia y China vetaron el viernes un texto presentado por Estados Unidos, mientras que este último había impuesto en tres ocasiones su derecho a veto al considerar que un alto el fuego permitiría el rearme de Hamás, en lugar de frenar la masacre perpetrada por las fuerzas de ocupación israelíes.
La catástrofe humanitaria provocada por el Estado genocida de Israel.
Las cifras que maneja el Ministerio de Salud palestino son estremecedoras y muestran la verdadera dimensión del genocidio israelí: 32.226 muertos palestinos, de los cuales 14.280 eran niños y 9.340 mujeres. Además, se contabilizan 7.000 desaparecidos, el 73% de ellos niños y mujeres.
Entre los fallecidos se encuentran 364 trabajadores sanitarios y 48 miembros de la Defensa Civil palestina asesinados por las fuerzas israelíes. Un total de 136 periodistas han perdido la vida mientras cubrían la escalada del genocidio en Gaza.
En cuanto a los heridos, la cifra asciende a 74.519 personas palestinas, de las cuales 11.000 necesitan recibir el traslado a otros países para obtener tratamiento médico adecuado tras los ataques del ejército israelí. La situación es especialmente dramática para los 10.000 pacientes con cáncer que se enfrentan al riesgo de muerte por la falta de asistencia provocada por el bloqueo y los ataques israelíes.
Además, 17.000 niños palestinos han quedado huérfanos tras perder a sus padres o a uno de ellos en las masacres perpetradas por Israel. Por otro lado, 60.000 mujeres embarazadas se encuentran en riesgo, al igual que 350.000 pacientes con enfermedades crónicas que no reciben el control y tratamiento necesarios debido al genocidio israelí.
Datos que estremecen.
La ofensiva genocida de Israel ha dejado un reguero de destrucción sin precedentes. Según los datos, 100 escuelas y universidades han quedado completamente destruidas, mientras que otras 305 han sufrido daños parciales. En cuanto a los lugares de culto, 224 mezquitas han sido arrasadas y otras 290 han resultado dañadas, al tiempo que 3 iglesias han sido atacadas y destruidas por las fuerzas israelíes.
En el plano residencial, la cifra es igualmente aterradora: 70.000 viviendas han quedado completamente destruidas, y otras 290.000 han sufrido daños parciales. Todo ello después de que Israel haya arrojado sobre Gaza 70.000 toneladas de explosivos en su campaña genocida.
La infraestructura sanitaria tampoco ha recibido respeto por parte del ejército israelí. 32 hospitales y 53 centros de salud se encuentran fuera de servicio, mientras que 155 instituciones médicas han sido parcialmente atacadas. Además, 126 ambulancias han sido destruidas en los bombardeos y ataques israelíes.
Por si fuera poco, 200 sitios arqueológicos y patrimoniales han sido borrados del mapa por la ofensiva genocida de Israel, en lo que supone un ataque directo al legado cultural de Palestina.
La condena internacional al genocidio israelí en Gaza.
Ante esta catástrofe sin precedentes provocada por las acciones del Estado israelí, voces de todo el mundo han alzado su voz para condenar lo que califican como un «genocidio» perpetrado por Israel contra la población civil palestina.
La Sociedad de la Media Luna Roja Palestina ha denunciado que el complejo médico de la ciudad de Khan Younis está bajo un intenso ataque israelí, con más de 50 redadas aéreas en las últimas horas.
Organizaciones humanitarias y de derechos humanos han alertado sobre la violación sistemática del Derecho Internacional Humanitario por parte de las fuerzas israelíes, que no han dudado en atacar objetivos civiles, infraestructuras médicas y personal sanitario en su campaña de exterminio contra la población palestina.
En este contexto, la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU puede verse como un primer paso necesario, aunque insuficiente, para detener el genocidio israelí en Gaza. Organizaciones palestinas e internacionales exigen acciones más contundentes para poner fin a las masacres y crímenes de lesa humanidad cometidos por Israel, y exigir responsabilidades al Estado israelí por su ofensiva genocida.
La comunidad internacional se enfrenta al reto de restablecer el orden y garantizar la protección de la población civil palestina, al tiempo que se trabaja por una solución política duradera que ponga fin a décadas de ocupación, apartheid y limpieza étnica perpetrados por el régimen israelí en los territorios palestinos ocupados.