El Partido Comunista de España (PCE) en Valladolid ha hecho balance de la primera mitad del mandato municipal y ha calificado la gestión del equipo de gobierno de PP y Vox como un “fracaso para la clase trabajadora”. Según la organización, el periodo ha estado marcado por el despilfarro de fondos públicos, la parálisis de proyectos clave y un “sectarismo ideológico” que, afirman, atenta contra los servicios públicos.
El PCE denuncia que la política municipal se ha orientado hacia “una minoría privilegiada” mientras se abandona a los barrios. En su análisis, el partido enumera varios aspectos que considera especialmente graves:
- Fondos europeos perdidos y políticas regresivas. Critican la pérdida de 8,5 millones de euros destinados a la Zona de Bajas Emisiones, así como el desmantelamiento de carriles bici en favor del tráfico privado.
- Eventos elitistas. Señalan el gasto de cientos de miles de euros en un torneo de pádel celebrado en la Plaza Mayor, que califican de “escaparate para unos pocos” con “escasa asistencia”.
- Riesgo financiero por el soterramiento. Alertan de la “obsesión” del gobierno municipal con este proyecto, al que consideran inviable sin apoyo externo y que podría comprometer a la ciudad con cientos de millones de euros de deuda de la Sociedad Valladolid Alta Velocidad.
- Renuncia a la vivienda social. El abandono de proyectos de vivienda pública en un contexto de subida de los alquileres es considerado por el partido un “ataque directo al derecho a una vivienda digna”.
- Cargos de confianza. Critican el nombramiento de un Coordinador General con un sueldo superior a 90.000 euros, al que califican de “alcalde en la sombra”, para suplir la dedicación parcial del regidor, Jesús Julio Carnero, que mantiene a la vez su escaño en el Senado.
Según ha declarado el secretario del PCE en Valladolid, “la gestión de PP y Vox no es fruto del azar, sino la consecuencia lógica de su proyecto político: gobernar para una minoría a costa de la mayoría trabajadora. Cada decisión, desde el abandono de la vivienda social hasta el despilfarro en eventos para élites o la apuesta por un soterramiento inviable, demuestra que sus prioridades no son las de la gente corriente. Crean puestos a medida, pagados con dinero público, para suplir sus propias carencias, no para mejorar la vida en nuestros barrios”.
Como alternativa, el PCE plantea un plan de choque en materia de vivienda pública, una apuesta decidida por la movilidad sostenible centrada en el transporte público, inversiones en los barrios, la ejecución inmediata de la integración ferroviaria, una gestión transparente y libre de enchufismo, y el impulso de una oferta cultural diversa y accesible, “sin censura ni vetos ideológicos”.
El partido concluye con un llamamiento a la unidad de la clase trabajadora y de las organizaciones progresistas para “hacer frente a estas políticas reaccionarias y luchar por un Valladolid más justo y democrático”.
