La sequía imparable que asola Castilla y León ha llevado a que Salamanca ya sea «zona de afección alta» por este devastador fenómeno. Este estatus, otorgado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, significa que cada hectárea subvencionable en Salamanca recibirá 43,5 euros para paliar las consecuencias de esta cruda sequía.
El incomprensible criterio empleado por el Ministerio al diferenciar entre las ayudas para sectores agrícolas y ganaderos ha sido objeto de críticas por parte de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL). Mientras que Salamanca, junto a Ávila, Segovia y la comarca de Condado de Treviño en Burgos, son consideradas como zonas de alta afección en lo que a ayudas agrarias respecta, para el sector ganadero se incluyen en una categoría inferior, denominada «zona de afección media».
Esta diferenciación ha generado desconcierto, ya que Castilla y León, en su totalidad, padece la peor sequía en cuatro décadas. Es más, UCCL destaca que la comunidad autónoma de Castilla y León, la mayor productora de España con 1,9 millones de hectáreas cultivables y una producción de 7,85 millones de toneladas de cereales en los últimos cuatro años, está enfrentando una pérdida de cosecha este año del 63%.
El Ministerio de Agricultura ha lanzado a consulta pública un borrador en el que se proponen compensaciones para los agricultores por el aumento de los costos productivos, una situación agravada por la invasión de Ucrania y, por supuesto, la sequía. La UCCL ha criticado duramente este borrador, ya que incluye a Castilla y León en la «zona de afección media» junto con las Islas Baleares y Canarias, con una subvención de tan solo 21,8 euros por hectárea.
Pero mientras que partes de Burgos, León, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora están consideradas como zonas de afección media, Salamanca ha sido incluida en la «zona de afección alta», al igual que Ávila, Segovia y la comarca del Condado de Treviño en Burgos.
La UCCL ha instado al Ministerio a visitar todas las provincias de Castilla y León para que observen de primera mano los estragos que la sequía está causando. Este fenómeno ha llevado a una producción de cebada de apenas 1.300 kilogramos por hectárea este año, frente a los 3.500 kilogramos habituales, poniendo de manifiesto la urgente necesidad de una respuesta adecuada y justa.
