Un joven ha sido condenado a seis meses de prisión por un delito de odio y lesiones leves contra una alumna trans del IES Antonio Tovar de Valladolid. Este incidente, ocurrido en febrero de 2022, ha culminado en una sentencia que refleja la gravedad de los actos de discriminación y violencia en el ámbito educativo.
El acusado, identificado como A.E.L., enfrentó cargos por agredir verbal y físicamente a la estudiante cuando esta salía del instituto. Los insultos y agresiones, que incluyeron calificativos vejatorios y ataques físicos, se enmarcan en un contexto de intolerancia y falta de respeto hacia la diversidad de género.
Un pacto que evita el jucio.
La sentencia, resultado de un pacto entre la defensa y el fiscal, evitó la realización de un juicio completo, reduciéndolo a una breve vista. Inicialmente, el fiscal había solicitado un año de privación de libertad, pero finalmente se acordó una pena de seis meses, junto con una multa de 720 euros y una inhabilitación de cinco años para ejercer cualquier profesión en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre.
El incidente se produjo alrededor de las 14:15 horas del 10 de febrero de 2022. A.E.L., acompañado de otros dos menores, se burló y agredió a la víctima con expresiones despectivas y acciones violentas. La víctima, que se encontraba realizando su transición de sexo, ya había informado de situaciones similares al profesorado del centro.
La agresión continuó en la calle Ecuador, donde el grupo alcanzó a la alumna, la agarró del cuello, la tiró al suelo y continuó golpeándola mientras profería insultos. La víctima sufrió contusiones cervicales y en la región malar derecha, lo que llevó a una reclamación de gastos por parte de Sacyl de 128 euros.
Este caso pone de manifiesto la necesidad de una mayor concienciación y educación en torno a la diversidad y el respeto en los centros educativos. La condena de seis meses de cárcel por vejaciones a una alumna trans del IES Antonio Tovar de Valladolid es un recordatorio de que la intolerancia y el odio siguen arraigados en nuestras calles y estos deben tener una respuesta social y penal contundente.