Un hombre de 45 años y vecino de Burgos fue detenido la semana pasada por agentes de la Policía Local como presunto autor de un delito de hurto. El arrestado había sustraído una silla eléctrica perteneciente a una persona con movilidad reducida.
El suceso tuvo lugar cuando un aviso al servicio de emergencias 112 alertó de un individuo arrastrando un vehículo eléctrico por la calle Alfareros. Una dotación policial localizó al sospechoso a la altura del número 4 de dicha vía.
Interrogado sobre el origen y propiedad del artilugio, el detenido afirmó que no era suyo y que simplemente se lo había encontrado. Sin embargo, no aportó ninguna explicación convincente que descartara un robo.
La Policía Local contactó entonces con la sala del 092 para identificar al propietario legítimo de la silla eléctrica. Tras las averiguaciones pertinentes, dieron con un vecino de 82 años residente en la zona.
Este hombre reconoció como suya la silla de movilidad, que pese a no presentar daños aparentes, podría haber sufrido desperfectos al ser arrastrada durante varios metros. El valor del vehículo supera los 2.000 euros.
Finalmente, los agentes procedieron a detener al presunto ladrón y devolverle la silla eléctrica a su dueño. El arresto se produjo por un supuesto delito de hurto.