Se cierra el telón para Agustín Herrero Bedoya, popularmente conocido como el “loco del martillo”. El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha avalado la sentencia que condena a Herrero a treinta años de cárcel por los intentos de homicidio contra dos mujeres.
Herrero, siguiendo su oscuro plan, atacó a sus víctimas en las calles de Miranda de Ebro. La primera agresión ocurrió la noche del 27 de septiembre de 2017, cuando una mujer de 64 años sufrió un asalto brutal. El ataque fue despiadado; Herrero le propinó un golpe en la cabeza con un martillo, dejándola con severos daños físicos y mentales.
Pero eso no sació su sed de violencia. Seis días después, el 3 de octubre, otra mujer de 55 años sufrió un destino similar cerca del puente de Hierro. Herrero perpetró el asalto siguiendo el mismo patrón, dejándola también con lesiones físicas y psicológicas de por vida.
En su juicio, se desveló que Herrero orquestó estos asaltos para crear una coartada. Planeaba asesinar a su esposa y quería que las autoridades creyeran que los ataques eran obra de un maníaco que atacaba mujeres con un martillo en la localidad.
La estrategia era diabólica, pero la justicia prevaleció. Los actos de Herrero se consideraron como delitos de asesinato en grado de tentativa, con agravantes de alevosía. La Audiencia Provincial de Burgos fue implacable y condenó a Herrero a quince años de prisión por cada uno de los delitos.
La defensa de Herrero interpuso un recurso de apelación. Pero el TSJCyL confirmó la sentencia original, asegurando que Herrero cumplirá sus treinta años de cárcel.
Además, cabe recordar que el «loco del martillo» ya fue condenado anteriormente por el asesinato de su esposa, por lo que las penas acumuladas suman un total de 51 años. Ahora, desde la prisión de Zaballa, Herrero enfrenta las consecuencias de sus actos atroces.
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