La Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, liderada por Vox, arremete contra la retirada de un tributo a Francisco Franco en la Universidad de Valladolid. La defensa de Vox por lo que consideran «piezas históricas» pone de relieve su nostalgia por un pasado dictatorial.
Hace un par de días, la Universidad de Valladolid decidió borrar el texto de un conjunto de azulejos que rendía homenaje a Francisco Franco en la Facultad de Derecho, acatando la Ley de Memoria Democrática. Los azulejos, obra de Juan de Luna, se instalaron en 1944 como muestra de agradecimiento a Franco por apoyar la reconstrucción de la Universidad después del incendio que sufrió en 1939 debido a los bombardeos.
La respuesta de la Consejería de Cultura no se hizo esperar. Pidió que se mantuviera «intacta» esta pieza que, desde su perspectiva, era «histórica». Lo que resulta preocupante es que Vox pretende declarar de interés cultural 190 símbolos franquistas, bloqueando así su retirada. Esto representa un desafío directo a la Ley de Memoria Democrática, que busca reparar y reconocer a las víctimas de la dictadura y la guerra civil.
Es vital entender el contexto de estas «piezas históricas» que Vox defiende con tanto ahínco. No son simples objetos del pasado, sino recordatorios de un período oscuro en la historia de España, marcado por la represión y violación de los derechos humanos. El verdadero valor histórico radica en aprender de los errores del pasado y construir una sociedad más justa e inclusiva.
Es imperativo que la sociedad española y sus representantes políticos comprendan la importancia de respetar la memoria y la dignidad de las víctimas del franquismo. Los intentos de glorificar un régimen dictatorial y genocida bajo el disfraz de proteger “piezas históricas” no deben ser tolerados en una sociedad democrática moderna. El legado y la memoria deben construirse sobre la verdad y el reconocimiento de la humanidad de todos los ciudadanos, sin excepción.
Foto de portada: José Luis Filpo.
Más en Nexo Noticias.