El próximo domingo 2 de junio, una decena de colectivos ecologistas y ciudadanos llevarán a cabo una sentada en el Puente de Poniente de Valladolid para protestar contra el proyecto de ampliación del mismo, cuyo coste se estima en más de 5 millones de euros. La acción tiene como objetivo informar a la ciudadanía sobre lo que consideran un «sinsentido» y un «despilfarro económico».
Carnero insiste en su empeño de retrotraer Valladolid en materia de movilidad sostenible.
El Ayuntamiento de Valladolid ha anunciado esta semana que, tras la retirada del artista Jaume Plensa del proyecto de remodelación, se recuperará el plan original. Según el alcalde Julio Carnero, «en este momento me quedo con el proyecto que inicialmente trabajamos». Sin embargo, Margarita García, presidenta de la Federación Vecinal Antonio Machado, afirma que este proyecto «busca incrementar el espacio disponible para el vehículo privado en detrimento de una movilidad más sostenible».
Oscar Ruiz, coordinador de Greenpeace en Valladolid, explica que la sentada «busca informar a la ciudadanía del sinsentido que supone incrementar el número de carriles para coches en un puente que conectará directamente con la Zona de Bajas Emisiones que entrará en vigor el próximo año, así como el despilfarro económico de más de 5 millones de euros en una obra que no supondrá ninguna mejora en la movilidad de la ciudad».
Los colectivos convocantes animan a la ciudadanía a participar en esta acción para que el Ayuntamiento recapacite sobre el proyecto de reforma, ya que consideran que «esta obra supondrá un salto hacia atrás en la movilidad de la ciudad y malgastará el dinero del erario público».
La sentada tendrá lugar el domingo 2 de junio a las 12h en el Puente de Poniente, con el objetivo de mostrar el rechazo de estos colectivos y ciudadanos a un proyecto que, según ellos, va en contra de los objetivos de la futura Zona de Bajas Emisiones y supondrá graves problemas de movilidad en la ciudad.