La Policía de Burgos ha desenmascarado a un repartidor de una conocida empresa cárnica. El individuo, identificado como M.B.C., quien camuflaba la venta de droga en sus rutas habituales. Este individuo, ahora detenido, se había convertido en uno de los principales distribuidores de cocaína en la ciudad.
La operación policial, que se extendió a lo largo del año, se dividió en dos fases críticas. La primera, y más prolongada, se centró en identificar y comprender las rutinas del sospechoso, quien hábilmente entrelazaba sus actividades delictivas con su trabajo legítimo. La habilidad del repartidor para camuflar la venta de droga dentro de su rutina laboral presentó un desafío significativo para los investigadores.
El modus operandi del detenido era bastante elaborado: utilizaba el vehículo y las rutas de la empresa para realizar entregas de cocaína, aprovechando su apariencia de normalidad para evadir la detección. Esta estrategia, con la que camuflaba la venta de droga, le permitió operar bajo el radar durante un tiempo considerable.
La segunda fase de la investigación culminó el 11 de diciembre, con la detención del sospechoso en el barrio G3 de Burgos. En el momento de su arresto, se le incautaron 9 gramos de cocaína y 2.300 euros en efectivo. Posteriormente, dos registros domiciliarios revelaron 340 gramos de cocaína en roca de alta pureza y utensilios para su manipulación y adulteración.
La detención de M.B.C. ha desmantelado una red de distribución de drogas que se preparaba para capitalizar el aumento de la demanda durante la temporada navideña. Con su ingreso en prisión preventiva, se espera que se haya eliminado una cantidad significativa de drogas de las calles burgalesas.
