Este pasado viernes, el Pleno municipal de Burgos confirmó la anticipada decisión de incrementar la tasa de aguas en un 9,5%. Esta medida, que entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2024, ha sido defendida por el ultraderechista Fernando Martínez-Acitores, presidente de la Sociedad Municipal de Aguas de Burgos. Según el vicealcalde de VOX, esta «actualización tarifaria» busca asegurar la excelencia en la prestación del servicio hídrico, considerando que desde 2014 no se ha realizado ninguna revisión.
El presidente también destacó un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que sitúa al agua de Burgos como la mejor de España y la séptima más económica. A pesar de la subida, Martínez-Acitores enfatizó que el incremento es menor al que correspondería si se considerara la inflación acumulada en los últimos nueve años, que justificaría un aumento del 18%.
Por otro lado, Sonia Rodríguez, concejal del Grupo Municipal Socialista, mostró su desacuerdo con la medida. Rodríguez solicitó a Martínez-Acitores que reconociera la realidad de esta «evidente alza tarifaria». Además, criticó el cambio de postura del presidente, quien anteriormente abogaba por reducciones impositivas. La concejal alertó sobre futuros incrementos, ya que se prevé un aumento anual del 1,5% basado en el Índice de Precios al Consumo para 2025 y años posteriores.
Rodríguez también señaló que algunas industrias enfrentarán costos adicionales que superarán los 50.000 euros anuales debido a esta subida de la tasa de aguas. Finalmente, instó al gobierno de PP y Vox a actuar con prudencia, aprovechando el actual panorama favorable de la Sociedad de Aguas.
El debate culminó con la aprobación de la propuesta de modificación de la ordenanza, respaldada por los votos de PP y Vox y rechazada por el PSOE.