El Ayuntamiento de Valladolid, bajo la batuta de Jesús Julio Carnero, despliega un ejemplo de la ya tradicional hipocresía «popular», que deja boquiabiertos a los vallisoletanos. Este jueves, el Grupo Municipal Socialista sacó a la luz que, mientras Carnero llora lágrimas de cocodrilo sobre la compleja situación económica del municipio, ha propuesto aumentos salariales para sus asesores, elevando el gasto en 22,000 euros anuales.
Primero, el alcalde ha sugerido suprimir el puesto de Técnico Auxiliar de Fotografía, para crear en su lugar una plaza de conductor para él mismo. Mientras existen cinco puestos de conductores en la RPT de la Unidad de Régimen Interior, Carnero, al parecer, se empeña en menospreciar a los empleados públicos para garantizar que su chófer personal siga a su servicio.
Segundo, el salario del recién creado puesto de conductor superará al del Técnico Auxiliar de Fotografía en más de 6,000 euros anuales, pasando de 30,184 euros a 36,352 euros.
Y tercero, las otras dos modificaciones conciernen a los puestos de Director de la Oficina de Comunicación y Responsable de Prensa. Con el pretexto de asignarles nuevas tareas, Carnero busca inflar sus salarios. El Director de la Oficina de Comunicación vería su salario saltar más de 10,000 euros anuales, alcanzando los 58,305 euros. Por su parte, el Responsable de Prensa recibiría casi 6,000 euros adicionales al año, totalizando 49,321 euros.
Los socialistas afirman que esto no es más que un intento de hacer que estos puestos sean más lucrativos para quienes los ocuparán, sin otro motivo real detrás.
Es difícil no preguntarse cómo se justifica esto, cuando el propio Carnero ha advertido que el endeudamiento del Ayuntamiento de Valladolid se sitúa en el 59%, 20 puntos por encima de la media.
En tiempos de incertidumbre financiera, la responsabilidad fiscal debería ser una prioridad.