Contra los números, contra la aritmética parlamentaria y contra la soledad política en la que se encuentra el PP. El rey ha ofrecido a Alberto Núñez Feijóo la oportunidad de intentar formar gobierno. Pero el fracaso es seguro, y no hay sorpresas en ello.
En un comunicado, la Casa Real ha declarado:
«En ese sentido, conviene señalar que, salvo en la Legislatura XI [la legislatura corta de 2016], en todas las elecciones generales celebradas desde la entrada en vigor de la Constitución, el candidato del grupo político que ha obtenido el mayor número de escaños ha sido el primero en ser propuesto por Su Majestad el Rey como candidato a la Presidencia del Gobierno. Esta práctica se ha ido convirtiendo con el paso de los años en una costumbre».
Aunque el PP ha obtenido un buen número de escaños, el sistema parlamentario español requiere de acuerdos y consensos para alcanzar la investidura. Y aquí es donde Feijóo se encuentra con un muro difícil de escalar. Por un lado, tiene el apoyo de Vox, un partido radicalizado y posicionado en la extrema derecha. Esta alianza, lejos de ser una ayuda, puede convertirse en un lastre para el PP. La presencia de Vox en cualquier acuerdo genera recelos y rechazos entre otros partidos, complicando aún más las posibilidades de Feijóo.
Por otro lado, el apoyo de Coalición Canaria, que aporta un solo diputado, es insuficiente y, además, históricamente voluble. No se puede confiar plenamente en que este apoyo sea constante y firme.
Feijóo se encuentra en una situación complicada. A pesar de haber sido el elegido para intentar la investidura, las matemáticas parlamentarias no juegan a su favor. Y mientras el líder del PP busca apoyos, el país observa con expectación, esperando ver si se logra formar un gobierno o si, por el contrario, nos encaminamos hacia unas nuevas elecciones.
Al respecto, el líder del PP Alberto Núñez Feijóo ha declarado:
«Los españoles merecen conocer en la sede de la soberanía la propuesta de la formación más votada en las urnas. No tengo garantizado lograr la investidura, pero es mi deber intentarlo a pesar de las dificultades».
Las piezas clave en el tablero de la investidura.
Tras este intento que con toda seguridad fracasará, se abren nuevas posibilidades y escenarios que determinarán el futuro político de España.
- El papel de Junts: La formación liderada por Carles Puigdemont ha decidido entrar en el juego político. Aunque inicialmente flirtearon con la idea de bloquear el Congreso, finalmente han optado por participar activamente en las negociaciones. Esta decisión cambia el panorama y añade una nueva capa de complejidad a las conversaciones.
- La paradoja de Esquerra: A pesar de que Esquerra ha defendido durante años la necesidad de negociar, ahora se encuentra en una posición complicada. Junts ha logrado posicionarse como una pieza clave en las negociaciones, lo que obliga a Esquerra a redefinir su estrategia y papel en este proceso.
- El PNV y EH Bildu en la Encrucijada de la Investidura y las Elecciones Vascas: En el actual escenario político español, el soberanismo vasco se encuentra en un momento crucial. Tanto el PNV como EH Bildu están en una competencia interna para determinar quién tiene un papel más relevante en Madrid. Mientras se aproximan las elecciones en el País Vasco, ambos partidos buscan posicionarse como actores clave en la investidura de Pedro Sánchez y mostrar al electorado vasco tanto su utilidad como su capacidad para ser el partido que lidere el próximo gobierno vasco.
- El equilibrio canario: Coalición Canaria se ha convertido en un actor esencial en este proceso. Su voto puede inclinar la balanza hacia un lado u otro, y su decisión de apoyar al PP en un primer momento ha añadido más presión al PSOE.
- El desafío de Feijóo: Aunque el líder del PP quiere intentar la investidura, las matemáticas parlamentarias no juegan a su favor. Sin opciones reales, su única salida podría ser esperar a que las negociaciones de otros partidos fracasen y tener una nueva oportunidad en unas posibles elecciones si es que Ayuso le deja.
- El papel de Sumar y Yolanda Díaz: En este escenario, la coalición Sumar y su líder, Yolanda Díaz, se presentan como actores clave. Como vicepresidenta, Díaz tiene un papel fundamental en las negociaciones y podría ser la pieza que incline la balanza hacia la formación de un gobierno progresista. Su capacidad para unir a diferentes sensibilidades dentro de la coalición y negociar con otros partidos será esencial para evitar nuevas elecciones.
¿Y después? Los plazos para conformar gobierno y evitar una nuevas elecciones.
24 de agosto: Fecha límite para la formación de los grupos parlamentarios del Congreso. Una vez conformados, la Mesa del Congreso procederá a ratificarlos, dando paso a la constitución de la Junta de Portavoces.
Agosto-septiembre: El candidato propuesto presenta su programa político en el Congreso. Para ser investido, necesita obtener la mayoría absoluta en la primera votación o, en caso contrario, más votos a favor que en contra en la segunda.
Septiembre-octubre: Si el Congreso otorga su confianza al candidato, el Rey procederá a su nombramiento como presidente. De no ser así, se abre un periodo de dos meses en el que se pueden realizar sucesivas propuestas.
Octubre-Noviembre: Si ningún candidato logra la confianza del Congreso en este plazo, el Rey tiene la potestad de disolver las Cámaras y convocar a nuevas elecciones.
Diciembre: En el caso de que se convoquen nuevas elecciones, el escenario se complica. Estas podrían tener lugar a finales de diciembre o principios de enero, con la posibilidad, poco deseada, de votar en plenas fiestas navideñas.
Un futuro incierto, pero con oportunidades claras.
El escenario político actual en España es complejo y desafiante. La decisión del Rey de encargar a Feijóo la formación de gobierno, pone de manifiesto las dificultades de alcanzar consensos en un panorama fragmentado. Las alianzas con partidos de extrema derecha, como Vox, no solo complican la tarea, sino que también ponen en tela de juicio la dirección que podría tomar el país bajo un gobierno del PP.
Sin embargo, el calendario postelectoral nos recuerda que el tiempo es un factor crucial. Las fechas claves plantean un camino que, aunque incierto, ofrece oportunidades para la reedición de un gobierno progresista.
Castilla y León, y España en su conjunto, se encuentran en un momento de reflexión y decisión. Las próximas semanas serán determinantes para el futuro político del país. Aunque los desafíos son evidentes, las oportunidades para construir un gobierno que refleje las aspiraciones y necesidades de la ciudadanía también están presentes. Es esencial que las fuerzas políticas actúen con responsabilidad, visión y compromiso para garantizar un futuro estable y prometedor para toda la ciudadanía.
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