Castilla y León parece estar nadando contra la corriente bajo el gobierno de PP y Vox, cuya gestión es cada vez más cuestionada. Pablo Fernández, portavoz de Podemos, ha sacudido el escenario político con sus palabras: «Mañueco se defeca en las Cortes«. Un comentario potente que desvela una indignación profunda.
Se posterga el Debate sobre el Estado de la Comunidad hasta septiembre, bajo la justificación de evitar coincidir con la campaña electoral. Fernández ve en esto una evasión de las responsabilidades locales y una inclinación preocupante hacia los asuntos madrileños. Es aquí donde señala la gestión de PP y Vox, que parece más concentrada en la política nacional que en el bienestar de Castilla y León.
La indignación se propaga como un reguero de pólvora y el PSOE no descarta acudir a los tribunales. Los reglamentos de las Cortes podrían estar siendo pisoteados. Fernández lo califica de desprecio hacia la Comunidad.
La justificación del Gobierno autonómico es, según Fernández, “barata y patética”. Aquí, en medio de su ira, resuenan sus palabras: «Mañueco se defeca en las Cortes». Una acusación que encapsula la frustración con una gestión que, según él, sigue perjudicando a la comunidad.
Además, Fernández enfatiza cómo las reglas están siendo violadas flagrantemente. Incluso el letrado mayor de las Cortes admitió un incumplimiento del Reglamento. Pero, ¿habrá consecuencias? Esto parece improbable, y alimenta la indignación de Fernández.
En una crítica mordaz, Fernández acusa a PP y Vox de casi instaurar el “derecho de pernada en Castilla y León”, poniendo de relieve lo que él considera una gestión nefasta.
En última instancia, Fernández anticipa que el Debate de la Comunidad se celebrará en septiembre, pero solo si el «cobarde» de Mañueco decide hacerlo. Mientras tanto, la indignación sigue ardiendo, y las acusaciones de falta de coraje y evasión vuelan. Castilla y León, un escenario de discordia y palabras afiladas, espera el próximo acto en este drama político.
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