Un eco de indignación y preocupación resuena en las calles de Peñafiel. Tras los recientes y escalofriantes actos de violencia que han sacudido a esta localidad vallisoletana, la respuesta de sus habitantes ha sido contundente: la unidad frente a la barbarie.
El pasado fin de semana, un hombre de 44 años se sumó a la lista de víctimas. Según los testimonios, mientras buscaba a su gato en las inmediaciones de su hogar en la calle Barriondillo, se topó con un grupo que estaba agrediendo al animal. Al recriminarles su actitud, estos individuos se ensañaron con él, propinándole una brutal paliza que lo dejó al borde de la muerte.
Con múltiples fracturas en costillas y nariz, perforación pulmonar, traumatismo craneal y una parada cardiorrespiratoria, la rápida intervención de los servicios de emergencia evitó su fatal desenlace. Actualmente, R.S. se encuentra en la UVI en estado muy grave, aunque estable.
Lamentablemente, este no es un caso aislado. Hace apenas un mes, un menor de 14 años sufrió una agresión similar a manos de un grupo de tres adolescentes mientras jugaba en una pista multideporte municipal. Las graves lesiones, especialmente en uno de sus oídos, obligaron a su hospitalización.
Estos hechos han provocado una ola de indignación en Peñafiel, cuya población se ha unido en un frente común contra la violencia. Ayer, cerca de un millar de personas se congregaron en la plaza del Coso para mostrar su repulsa y solidaridad con las familias afectadas.
En un gesto que enaltece a la comunidad, incluso los jóvenes «quintos» de la villa, que celebraban su fiesta anual, decidieron dejar a un lado la celebración para sumarse a la concentración. La intensidad emocional del acto alcanzó su punto álgido cuando el padre del menor agredido tomó la palabra, apenas pudiendo contener las lágrimas ante el abrumador apoyo recibido.
Mientras la Guardia Civil continúa investigando los hechos, habiendo detenido ya a tres personas implicadas en la última agresión, Peñafiel se une frente a la violencia. Esta localidad de la Ribera de Duero, recientemente declarada de interés turístico regional, ha demostrado que la unidad y la determinación de su gente son inquebrantables.
En un momento en que la Semana Santa debería ser motivo de celebración, los habitantes de Peñafiel han hecho oír su voz, exigiendo medidas contundentes para garantizar la seguridad de todos. Su mensaje es claro: Peñafiel se une frente a la violencia, y no descansará hasta erradicar este flagelo de sus calles.
