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Salamanca recibirá 270 millones de la mano de Inobat

El camino hacia el futuro de la movilidad eléctrica se ha iluminado para Salamanca, que se encuentra en la mira de Inobat. Este gigante eslovaco de la industria de las baterías se ha comprometido a inyectar unos 270 millones de euros en la ciudad, destinados a la creación de un innovador centro de investigación y desarrollo (I+D).

Con una inversión total de 3.000 millones de euros para su planta de baterías en Valladolid, Inobat ha destinado una parte sustancial de este presupuesto a Salamanca. Marian Bocek, el director general de la compañía, ha confirmado que estos proyectos generarán alrededor de 2.000 puestos de trabajo, lo que representa una gran victoria para el empleo en la región.

Inobat planea participar en la próxima ronda del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del vehículo eléctrico y conectado (VEC). La intención de la empresa es que la planta de Valladolid empiece a funcionar en 2025 y alcance una producción de 32 gigavatios/hora para 2027.

Bocek también reveló que la firma ha contratado al bufete de Gordaliza Abogados para ayudar en las negociaciones con las autoridades españolas y gestionar las ayudas del PERTE. A la vez, espera recibir incentivos regionales y construir otra planta en Eslovaquia para satisfacer la creciente demanda europea de baterías para vehículos eléctricos.

Además de impulsar la innovación en Valladolid, la empresa eslovaca tiene planes para Salamanca, que recibirá 270 millones de la mano de Inobat. En esta ciudad, Inobat tiene la intención de establecer un centro de I+D dedicado al almacenamiento de energía y al reciclaje de baterías. En este proyecto, se prevé una colaboración con la Universidad de Salamanca, el Ayuntamiento de la ciudad y la Junta de Castilla y León.

España, el lugar propicio.

Para Bocek, las condiciones propicias que ofrece España, su vínculo con la industria del automóvil y las posibles ayudas del PERTE VEC, que podrían ascender hasta 300 millones de euros, fueron los principales factores que llevó a Inobat a elegir Castilla y León para su proyecto. Así, España ha superado a competidores como el Reino Unido, convirtiéndose en el elegido para albergar la fábrica de baterías y el centro de I+D de Inobat.

Con esta elección, Inobat ratifica su compromiso con la electromovilidad en Castilla y León, estableciendo un importante centro de actividad en la región. Esto reafirma la competitividad de España en el panorama global de la electromovilidad, gracias a su alta productividad, la capacitación de sus trabajadores, la baja conflictividad social y un sólido parque de proveedores.

 

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