Telefónica ha decidido cerrar su centro en el Parque Tecnológico de Boecillo después de una presencia de 24 años, marcando el fin de una era. Este cambio, que se hará efectivo a partir del 18 de diciembre, implica la reubicación de más de cien trabajadores a las sedes de la compañía en Valladolid, principalmente en la avenida Ramón Pradera, en el barrio de Huerta de Rey, y junto a la Plaza de Vadillos.
Esta decisión de Telefónica, anteriormente conocida como Telefónica I+D, se enmarca dentro de un plan de eficiencia de espacios a nivel nacional. La plantilla, que incluye a empleados de Telefónica Innovación Digital, Telefónica Tech y Telefónica Soluciones, continuará con su labor en modo teletrabajo hasta el 2 de enero, cuando se reincorporarán de forma presencial a los nuevos espacios remodelados y adecuados para acogerlos. A pesar de la mudanza, la actividad de la empresa se mantendrá con el mismo número de trabajadores, asegurando la continuidad de sus operaciones.
El grueso de la plantilla en Boecillo lo formaba Telefónica I+D, con casi un centenar de empleados, seguidos por los de Telefónica Digital y otros departamentos más pequeños. La mayoría de los trabajadores ya estaba al tanto de los planes de Telefónica para abandonar el Parque Tecnológico de Boecillo, aunque la confirmación oficial llegó el pasado viernes, cuando se informó a los empleados sobre los plazos y detalles del traslado.
A partir de la semana próxima, la compañía facilitará a los empleados cajas para recoger sus enseres personales, que serán enviadas a las nuevas oficinas asignadas. Durante este periodo de transición, se realizarán trabajos de desmantelamiento y mudanzas, incluyendo el traslado del centro de procesamiento de datos (CPD).
El Parque Tecnológico de Boecillo sufre una sangría de empresas.
Con la salida de Telefónica, el Parque Tecnológico de Boecillo pierde a uno de sus referentes, sumándose a otras salidas recientes. Según el informe del Consejo Económico y Social (CES) sobre la situación económica y social de Castilla y León en 2022, el parque perdió seis empresas el año pasado, pasando de 86 a 78. Esta tendencia refleja un cambio en el panorama tecnológico y empresarial de la región, planteando nuevos desafíos y oportunidades para el futuro del parque.