Castilla y León ha sido escenario de un nuevo ataque a los sindicatos y a los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Las recientes declaraciones de Mariano Veganzones, en las que califica a los sindicatos de «sanguijuelas», no son solo un ataque directo a estas organizaciones, sino el reflejo de una ideología política que busca desacreditar a quienes defienden los derechos laborales. Esta no es la primera vez que VOX se posiciona en contra del diálogo social y de los derechos laborales.
La historia reciente muestra que VOX ha amenazado en repetidas ocasiones los derechos laborales y el diálogo social. A pesar de sus constantes quejas sobre los «chiringuitos», es irónico que sean ellos quienes se benefician de subvenciones públicas sin ofrecer nada a cambio, más que exabruptos o mensajes de odio. Más aún, desvían fondos para actividades tan polémicas como enseñar a los niños a clavar banderillas a los toros.
El PSOE de Castilla y León no ha permanecido indiferente ante esta situación. En el próximo pleno regional de las Cortes, presentarán una proposición para lograr la “reprobación” del consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones. Esta decisión surge como respuesta a lo que consideran un “ataque constante al diálogo social”. Es evidente que el PSOE busca defender a las instituciones y organizaciones que han trabajado incansablemente por los derechos de los trabajadores en la región.
El procurador de Ciudadanos y exvicepresidente de la Junta, Francisco Igea, ha hecho referencia a Veganzones como un “hooligan” y “el Rubiales” de Castilla y León. En tono irónico, Igea ha afirmado que al político de Vox sólo le falta “agarrarse sus partes”. Estas declaraciones ponen de manifiesto la tensión existente en el ámbito político regional.
La histórica importancia de los sindicatos en la defensa de los trabajadores y los derechos laborales.
Los sindicatos han sido pilares fundamentales en la historia laboral de España. Su lucha constante ha permitido que los trabajadores disfruten de derechos que, en otros tiempos, eran impensables. Estos derechos no solo han mejorado las condiciones laborales, sino que también han contribuido al desarrollo y bienestar de la sociedad en su conjunto.
Uno de los logros más significativos de los sindicatos fue la consecución de la jornada laboral de ocho horas. Aunque este derecho surgió con la huelga de Chicago en 1886, en España no se consiguió de forma oficial hasta la huelga de La Canadiense en 1919. Esta huelga paralizó prácticamente la industria de Barcelona, y se logró implantar la jornada de ocho horas con carácter de ley para todo el país.
El derecho a la baja por maternidad y paternidad ha sido esencial en la incorporación de la mujer al mercado laboral. Antes de este derecho, muchas mujeres dejaban de trabajar al tener hijos, sin recibir ninguna compensación. Aunque el seguro de maternidad está vigente en España desde 1923, ha sido la lucha sindical la que ha permitido que se amplíen y se reconozcan estos derechos. Actualmente, en España, la baja por maternidad y la de paternidad se ha aumentado recientemente a 16 semanas de forma igual e intransferible. De esta manera, ambos progenitores pueden disfrutar de la crianza de sus hijos e hijas.
El derecho a la reducción de jornada para el cuidado de hijos e hijas es otro logro sindical que ha permitido a los trabajadores y trabajadoras equilibrar su vida laboral y familiar. Aunque aún queda mucho por hacer para que esta reducción sea efectivamente paritaria entre hombres y mujeres, es un derecho esencial para aquellos que tienen hijos menores de 12 años.
El derecho al descanso y las vacaciones anuales pagadas son otros logros sindicales que han mejorado la calidad de vida de la ciudadanía en general. Aunque estos derechos pueden parecer básicos, fueron el resultado de años de lucha y negociación.
Por último, los sindicatos han luchado por el derecho a una pensión y el derecho a cobrar el desempleo. Estos derechos garantizan que los trabajadores tengan un sustento en momentos difíciles, como la jubilación o el desempleo.
El último bastión contra la explotación laboral.
Los sindicatos, a lo largo de la historia, han demostrado ser baluartes en la defensa de los derechos laborales. Su labor incansable ha permitido que generaciones de trabajadores disfruten de condiciones más justas y equitativas. En tiempos donde ciertas voces políticas cuestionan su relevancia, es crucial recordar que muchos de los derechos que hoy damos por sentado son el resultado de luchas y sacrificios del pasado. La sociedad española, y en particular Castilla y León, debe valorar y proteger estos logros, garantizando que las futuras generaciones también se beneficien de ellos.
