En una reunión celebrada el pasado miércoles en la sede de la Federación Vecinal, diversos colectivos que defienden la construcción del Centro de Refugiados en Valladolid expresaron su indignación ante la pérdida de esta oportunidad para demostrar la solidaridad de la ciudad. Los asistentes destacaron que el proyecto no supondría coste alguno para las administraciones local y estatal, ya que se iba a financiar con fondos europeos.
Durante el encuentro, se acusó al alcalde Jesús Julio Carnero de haber mentido a la ciudadanía en dos ocasiones. En primer lugar, cuando afirmó en el pleno que el Ministerio no había contactado con el Ayuntamiento y, posteriormente, al asegurar que «el ministerio ha renunciado al proyecto». Sin embargo, según los colectivos, en julio de 2023 el Ministerio envió una carta al Ayuntamiento concediendo un plazo y exponiendo las razones para que se tomara una decisión sobre la cesión definitiva de la parcela donde se ubicaría el centro. La respuesta del Ayuntamiento fue considerada insatisfactoria, lo que supuso el desvío de los fondos previstos a otras ciudades.
A pesar de este revés, los colectivos mantienen su apuesta por la construcción del Centro de Refugiados. «El Ministerio está dispuesto a estudiar otras opciones y su financiación; el actual equipo de gobierno PP-VOX pone las pegas, o mejor dicho piedras en el camino, y no considera que la atención a las personas que buscan refugio sea una prioridad», afirman en un comunicado conjunto.
Los firmantes, entre los que se encuentran asociaciones vecinales, sindicatos, partidos políticos y organizaciones sociales, consideran que Valladolid «no se merece un alcalde que en temas de solidaridad no da un paso hacia adelante» y reclaman la cesión de un espacio para el centro, más aún cuando «la corporación anterior ya lo tenía previsto y casi concluida toda la tramitación».
El comunicado concluye con una dura crítica al alcalde: «Un buen gobernante no debe mentir ni utilizar a las personas que huyen de la muerte como objetos arrojadizos contra su adversario político. Esto es la deshumanización de la política. Además, la mentira no era necesaria; bastaba con decir que este gobierno municipal no quiere el centro de refugiados en Valladolid, y a partir de ahí, que las conciencias de cada quien queden en paz».