El Partido Popular ha enfrentado otra humillación en su feroz e incendiaria campaña en Europa contra la Amnistía y el Gobierno de España. Esta vez, han sido los líderes regionales del PP quienes han intentado llevar esta cuestión a Bruselas, específicamente al plenario del Comité Europeo de las Regiones (CdR), un órgano consultivo que este martes debatía una opinión sobre la futura directiva de la UE contra la corrupción.
La propuesta de Alberto Núñez Feijóo y su equipo, que buscaba prohibir la concesión de prerrogativas, como indultos o amnistías, a condenados por delitos de corrupción, no ha sido aprobada. Irónicamente fue el propio Partido Popular el que aprobó durante su gobierno una amnistía fiscal que favoreció a narcotraficantes y a familias como los Franco y los Borbones.
En su lugar, el Comité de las Regiones ha optado por una enmienda que subraya la autonomía estatal en la creación de amnistías e indultos, y plantea que cada país miembro de la UE decida “los procedimientos y condiciones” para aplicar estas medidas de clemencia a condenados por corrupción. Esta enmienda, que contó con 102 votos a favor, 75 en contra y una abstención, sólo exige a los estados miembros que definan claramente las bases para otorgar amnistías o indultos a personas condenadas por corrupción.
«Ir a por lana y volver trasquilado»
La enmienda no aprobada fue defendida en Bruselas de forma vehemente y sobreactuada por Fernando López Miras, presidente de Murcia.
“El Gobierno de España está erosionando el estado de derecho y la separación de poderes, eliminando delitos por solicitud de los criminales. Esto no solo amenaza nuestra democracia, sino que también propicia un trato desigual para regiones como la mía”, declaró López Miras en su intervención.
Este nuevo revés para el PP se suma a la estrategia del PP de ganar en Europa un relato que no acaba de ganar en España. Previamente, el Parlamento Europeo mostró una notable falta de interés ante la iniciativa clave del PP en su campaña internacional contra la amnistía. En una sesión en la Cámara de Estrasburgo dedicada a la futura ley de amnistía, menos del 15% de los 705 asientos estaban ocupados, incluso con una asistencia minoritaria de los 176 eurodiputados del Partido Popular Europeo.
El PP no encuentra respaldo ni en sus afines.
Esta indiferencia se vió clara cuando incluso el liberal Didier Reynders, Comisario de Justicia, se limitó a una intervención formal en el pleno, dejando claro que “El debate y el análisis sobre la amnistía se llevarán a cabo principalmente en España, dentro de los procedimientos constitucionales españoles”.
La insistencia del PP en que la Comisión Europea imponga sanciones económicas a España mediante la retirada de fondos europeos no solo fue infructuosa sino que atenta claramente contra los intereses de España. Tras más de un año de esfuerzos, el único resultado ha sido la generación de titulares sobre un “riesgo de congelación” de fondos que nunca se ha concretado.
Asimismo, las visitas de delegaciones de la derecha europea afines al PP a España no han encontrado indicios de infracción de la normativa europea ni han podido afirmar que el flujo de ayudas esté en peligro (a pesar de la insistencia del PP). La Comisión aceptó tanto los planes del Gobierno sobre pensiones como el proyecto de ley andaluz sobre Doñana.
El PP continúa enfrentando obstáculos en su esfuerzo por influir en la política europea respecto a España. La pregunta persistente es: ¿Qué camino tomará el PP tras acumular derrotas en Europa, especialmente en el contexto de la actual discusión sobre la amnistía y la separación de poderes en España?