La Guardia Civil ha puesto bajo investigación a dos jóvenes de 30 y 27 años por un presunto delito contra el Patrimonio Histórico. Ambos fueron sorprendidos realizando excavaciones no autorizadas en yacimientos arqueológicos catalogados ubicados en el municipio burgalés de Pancorbo.
Un particular alertó a las autoridades sobre la presencia sospechosa de dos individuos en una zona arqueológica. Provistos de detectores de metales y una piqueta, barrían el suelo en busca de posibles objetos de valor. La rápida respuesta de una patrulla de la Benemérita permitió descubrir a los presuntos furtivos en plena acción.
Al llegar al enclave, los agentes encontraron a las dos personas removiendo tierra con una piqueta. Portaban dos detectores: uno de tipo «muleta» y otro más pequeño de precisión. Actuaban sin los permisos requeridos para realizar prospecciones arqueológicas ni para utilizar dichos aparatos en áreas protegidas.
La inspección ocular del yacimiento de Pancorbo realizada por efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) reveló la presencia de cinco hoyos recién excavados. Un informe posterior del Servicio Territorial de Cultura de la Junta de Castilla y León confirmó los daños causados. Según el documento, las acciones incontroladas de los furtivos provocaron pérdidas «definitivas e irreparables» de material científico clave para la investigación arqueológica.
Ambos individuos, procedentes de una comunidad autónoma vecina, carecían de autorizaciones para realizar excavaciones o utilizar detectores de metales en enclaves catalogados. Por ello, se ha abierto una investigación por un posible delito sobre Patrimonio Histórico por expolio en grado de tentativa y daños. Las diligencias instruidas han sido ya remitidas a los Juzgados de Miranda de Ebro y la Fiscalía de Medio Ambiente.
