Como si un reflejo de la Junta de Castilla y León se tratase, el Ayuntamiento de Valladolid, bajo la dirección de PP y VOX, ha implementado una política que invita a ser interpretada como una doctrina de la censura en el ámbito cultural de la ciudad. Esta decisión afecta directamente a la Muestra de Teatro Vecinal y a la Muestra de Cultura Tradicional, así como a la primera Muestra de Actividades Culturales y de Ocio destinada a la población infantil. La nueva normativa establece criterios que podrían excluir obras y actos culturales por considerarse ofensivos a la dignidad y el honor de las personas o colectivos, según el criterio del Servicio de Participación Ciudadana.
La medida ha suscitado una ola de críticas por parte del Grupo Municipal Socialista, que reveló los detalles de este acuerdo de la Junta de Gobierno liderada por el alcalde Jesús Julio Carnero. Además de la censura, se ha anunciado la eliminación de las ayudas económicas previamente destinadas a cada actuación, así como una reducción significativa del presupuesto global para eventos culturales, pasando de 50.000 euros a cifras notablemente menores.
La doctrina de la censura instaurada por PP y VOX en el Ayuntamiento de Valladolid marca un punto de inflexión en la gestión cultural municipal, limitando la libertad de expresión artística y poniendo en riesgo la diversidad cultural que caracteriza a la ciudad. Este cambio de política ha generado preocupación no solo entre los artistas y colectivos culturales afectados, sino también entre los defensores de la libertad de expresión y la diversidad artística a nivel nacional.
Una flagrante vulneración de un derecho fundamental.
La Constitución Española, que reconoce la cultura como un derecho ciudadano y la libertad de creación como un pilar fundamental, parece quedar en entredicho con estas nuevas medidas. El Grupo Municipal Socialista ha alertado sobre los peligros que estas restricciones suponen para el panorama cultural, recordando la importancia de salvaguardar el derecho a la libertad artística y de creación.
La situación en Valladolid no es un caso único, sino que se inscribe en una tendencia más amplia de restricciones a la libertad artística en diferentes municipios del país, donde el Partido Popular de la mano de la ultraderecha, con decisiones similares han provocado la cancelación o modificación de obras y eventos culturales. La comunidad artística y cultural de Valladolid, así como la ciudadanía en general, se enfrentan ahora al desafío de defender la diversidad y la libertad de expresión en un contexto cada vez más viciado por políticas reaccionarias.