La procuradora socialista en las Cortes de Castilla y León, Rosa Rubio, ha denunciado el deterioro de la sanidad pública en la provincia de Salamanca, criticando duramente la situación de las listas de espera quirúrgicas en el Complejo Hospitalario de Salamanca.
Según los últimos datos oficiales proporcionados por la Junta de Castilla y León, 9.380 pacientes se encuentran a la espera de una intervención quirúrgica en el hospital salmantino. Rubio ha calificado esta situación como «insostenible e injustificable; esta situación no se puede soportar ni debe continuar un solo día más».
La parlamentaria ha lamentado que las cifras empeoran con respecto al mismo periodo del año anterior, afirmando que «la situación se ha descontrolado, es muy mala, se mire por donde se mire y se compare con lo que se compare». Además, ha subrayado que «estamos peor que el año pasado, que hace dos, y que hace mucho porque este es el peor dato, al menos desde hace casi diez años, para el primer trimestre».
Otro dato preocupante señalado por Rubio es el tiempo de demora medio para que operen a un paciente una vez diagnosticada la necesidad de intervención. Esta demora ha aumentado en 20 días respecto al final del primer trimestre de 2023, situándose en 178 días, cerca de seis meses. «Un tiempo medio, pero que es mayor dependiendo de la especialidad o el tipo de intervención que se necesite», ha explicado, añadiendo que «hay 1.129 pacientes que llevan más de un año esperando a ser operados, 469 más que el año pasado por estas fechas».
Una situación que solo empeora.
En cuanto a las pruebas de diagnóstico, la situación tampoco es favorable. Según Rosa Rubio, «el panorama no es mejor, todo lo contrario; las cifras también empeoran con respecto a las últimas conocidas». Actualmente, hay 2.775 pacientes a la espera de realizarse una prueba diagnóstica, 1.322 más que los reflejados en los últimos datos conocidos a finales de año. «Salamanca es la campeona en malos datos, estamos como siempre e incluso peor», ha remachado la procuradora.
Rubio ha criticado la inacción de la Junta de Castilla y León, liderada por Alfonso Fernández Mañueco (PP) y Juan García-Gallardo (VOX), asegurando que «la sanidad pública en nuestra tierra no funciona, no es digna, ni de calidad». Según la socialista, esta situación es «fruto de la mala gestión y los recortes que se aplican desde la Junta», y ha acusado al gobierno bipartito de PP y VOX de «empeorar, o como poco y siendo generosos, no mejorar ni solucionar nada».
Desde el PSOE, se ha exigido a la Junta una mejor planificación, un aumento de recursos y medios tanto materiales como humanos, y mejores condiciones laborales para el personal sanitario. Rubio ha propuesto «menos millones de euros para externalizar, menos derivaciones de operaciones y pruebas a centros privados y destinar todo este dinero a la sanidad pública».
