Vox ha dotado a la Fundación Disenso -creada por la misma formación y presidida por Santiago Abascal- con cerca de siete millones de euros en cuatro años, según informó este lunes eldiario.es.
En base a los registros publicados, la última transferencia de fondos se ejecutó durante la primera mitad de 2023 por un valor de 1.5M€, tal como también reflejan las cuentas del partido correspondientes al 2022. Cabe destacar que esta entidad privada no genera beneficios por su actividad propia, que se centra en la «promoción de la defensa de la vida y la familia» y en la «libertad, la unidad y la soberanía de España», recibiendo sus ingresos principalmente de la formación política de ultraderecha.
Disenso, una fundación con la «transparencia justa».
En 2021, los de Abascal transfirieron a Disenso otros 2,5 millones, a lo que se añade unos 370.000 euros agregados en 2020 y los 30.000 iniciales necesarios como mínimo legal para su constitución. En total, todas estas cantidades suman casi siete millones de euros que fluyeron de Vox hacia su fundación privada.
Todo por parte de una formación que recibe 10 millones de euros al año de dinero público como resultado de las elecciones y otros cinco millones más al año en concepto de donaciones privadas. Estas cuentas están fechadas hasta junio de este año. Si se han producido más aportaciones de fondos se conocerá al cierre de este ejercicio, cuando esta organización tenga la obligación de presentar su balance.
Además, estos siete millones aportados por el partido están exentos de impuestos para Disenso, una fundación que asegura estar dedicada a la «promoción de la defensa de la vida y la familia», «la reivindicación de la herencia de la civilización occidental» o «la defensa de la libertad, la unidad y la soberanía de España», tal y como recoge en su web. También se encarga de difundir el ideario de Vox no solo en su página sino a través de encuentros, conferencias o vídeos. Otro de sus medios para este objetivo es la publicación de noticias pro Abascal en La Gaceta de la Iberosfera -antes llamada La Gaceta de los Negocios, una cabecera propiedad de Julio Ariza, dueño de la cadena ultraconservadora Intereconomía-.
Más allá del discurso de odio.
La propagación de ideologías ultraderechistas en plataformas digitales como en canales en YouTube, Telegram, Twitter o Tiktok se han convertido en los principales vehículos para la difusión de mensajes anti-progresistas y antifeministas.
Este fenómeno se manifiesta a través de la creación de contenido en línea que se disfraza de transgresión antisistema, pero en realidad promueve una agenda radical de extrema-derecha.
Uno de los elementos más preocupantes es la influencia que estos canales ejercen sobre los jóvenes. Los debates en las aulas de clases se ven saboteados por estudiantes que han internalizado estos discursos ultraderechistas y los defienden con vehemencia. Los vídeos virales en TikTok, con mensajes antiprogresistas, son compartidos en grupos de jóvenes que adoptan esta perspectiva como forma de rebeldía.
La extrema derecha en el mundo está acostumbrada a realizar este tipo de “jugadas” y ha demostrado su amplia capacidad de imponer debates y cuestionar derechos que ya parecían conquistados. Ejemplos como la Italia de Meloni o el expresidente de Brasil Bolsonaro son solo algunos de una internacional muy ligada con el viejo fascismo del SXX que en España tiene su traducción directa en un VOX que está dispuesto a invertir muchos millones de Euros para imponer su agenda ultra y conservadora.
