La Asociación de Ciclistas de Valladolid (ASCIVA) ha elaborado un manual técnico de diseño de infraestructura ciclista con el objetivo de impulsar la movilidad sostenible en la ciudad. A pesar de las ventajas naturales que ofrece Valladolid para el uso de la bicicleta, su utilización sigue siendo mínima en comparación con otras ciudades europeas similares.
Según ASCIVA, «el mayor de los problemas que limitan el uso de la bicicleta en Valladolid es la escasa calidad y conectividad de la infraestructura ciclista segregada». Además, la asociación critica la decisión del Ayuntamiento de eliminar los tramos ciclistas más utilizados de la ciudad, como el de la calle Isabel la Católica, para sustituirlos por alternativas más costosas y de menor calidad.
El tipo de carril bici predominante en Valladolid, la acera bici bidireccional, se considera por los expertos como una opción poco recomendable debido a sus anchos insuficientes y los conflictos de seguridad que genera entre peatones y ciclistas. Sin embargo, el Ayuntamiento sigue apostando por este modelo en proyectos como los de la Avenida de Isabel la Católica, la Calle de las Mieses y la Calle de las Eras.
Para que tomen nota en el Ayuntamiento.
Ante esta situación, ASCIVA ha decidido tomar cartas en el asunto y ha creado un breve manual técnico de apenas 50 páginas que aborda todos los aspectos técnicos del diseño de carriles bici. Según la asociación, el documento es resultado del estudio y aplicación de múltiples manuales de referencia entre los expertos nacionales y mundiales, y se encuentra disponible en la web de la ASCIVA para todo el público, especialmente para los técnicos de diseño urbano del Ayuntamiento de Valladolid, según manifiestan.
La asociación insta al Ayuntamiento a incorporar estos requisitos técnicos en el futuro Plan Director de la Bicicleta de Valladolid y en todos los proyectos de red ciclista de la ciudad, ya que «está demostrado que una infraestructura de calidad fomenta el uso de la bicicleta».
