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El campo se levanta y la extrema derecha quiere cooptar las movilizaciones para provocar el caos

El campo se levanta y la extrema derecha quiere cooptar las movilizaciones para provocar el caos

No es ninguna sorpresa que la derecha y la extrema derecha no se encuentran cómodas en escenarios de estabilidad y es por eso por lo que aprovechan cualquier oportunidad de la que disponen para intentar provocar el caos. Una prueba más la vemos en el intento de cooptar las movilizaciones que agricultores y ganaderos, de forma legítima, están llevando a cabo en las últimas semanas.

El gran grueso del sector de la agricultura y ganadería está compuesto por pequeños propietarios y trabajadores del sector. Y en sus demandas no les falta razón, tener explotaciones económicamente viables es la columna vertebral de sus propuestas.

Las demandas del campo son una feroz crítica al capitalismo salvaje de PP y VOX.

En esas demandas confluyen varias problemáticas que en el fondo representan una feroz crítica a las políticas que tanto PP y VOX defienden en España. Por un lado, la mayoría del campo está reclamando políticas socialdemócratas y una intervención estatal que garantice unos precios mínimos dignos a sus productos, o una mejor distribución de los fondos de la PAC, cuyas ayudas económicas son acaparadas ineficazmente en buena parte por los grandes tenedores de tierra en vez de en quienes más las necesitan, como pequeños o jóvenes y nuevos productores. Mientras, por el otro lado, las políticas de la derecha y la extrema derecha solo les pueden ofrecer la ley de la selva y del sálvese quien pueda, que hacen posible que se vean atrapados en una dinámica de mercado dominada por el poder de negociación de las grandes cadenas de distribución alimentaria, que operan bajo un esquema de oligopolio.

Estas cadenas tienen el poder y la capacidad de imponer precios bajos al comprar productos directamente de los agricultores, quienes en muchos casos, no tienen otra opción de venta.

Además, estos productores no solo tienen que competir con grandes producciones de su entorno, que gracias a prácticas agresivas y condiciones laborales precarizadas logran reducir costos, sino que también (y ahí están poniendo el foco en sus protestas) con productos importados de países donde los controles son menos estrictos y la mano de obra más barata y con condiciones mucho más precarias.

La Extrema Derecha dispuesta a todo.

Con este escenario resulta casi incomprensible que la extrema derecha quiera retorcer tanto las protestas del campo para intentar cooptarlas, más aún si cabe cuando fue la formación de Santiago Abascal la que votó a favor del tratado de libre comercio con Vietnam que facilitaba la entrada de productos sin controles como el Arroz.

Sin embargo, nunca ha estado en el ADN de los conservadores hacer una oposición honesta y constructiva. La derecha y la extrema derecha prefieren ver arder Europa si ellos no tienen el poder. Y en esa línea son capaces de infiltrar a sus más acólitos radicales en todas las protestas que sean necesarias para introducir una sensación de caos permanente.

Decir que son las políticas climáticas las que están arruinando el campo es directamente mentir. Pero la mentira es una lógica habitual en la forma de hacer política en la derecha y la extrema derecha.

La Junta de Castilla y León al servicio de los negacionistas.

Mientras el negacionista vicepresidente de la Junta de Castilla y León se cuestionaba si el C02 podría ser contaminante,  enfrentamos cada día que pasa los evidentes efectos del cambio climático: Temperaturas extremas, primaveras y otoños cada vez más cortos y… sequías.

Regiones como Catalunya y Andalucía enfrentan graves sequías y la Generalitat  ya ha anunciado restricciones en más de 200 municipios que representan en torno a 6 Millones de habitantes. Ahora mismo hay pantanos que ya están debajo del 16% de su capacidad y los riesgos de que el asunto vaya a peor, si la lluvia no llega pronto, son evidentes.

Imperio de una pequeña oligarquía que impone precios bajos a los pequeños y medianos productores en el campo, tratados de libre comercio con terceros países apoyados por la derecha y la extrema derecha que facilitan la entrada de productos con pocos controles y poca calidad, sequías cada vez más graves que afectan directamente a la agricultura y la ganadería,… Y sin embargo, para la extrema derecha el problema es de la agenda 2030 o de… ¿los inmigrantes?

La extrema derecha va a intentar poner todos estos asuntos sobre la mesa y las fuerzas progresistas no se deben confundir, las protestas son legítimas y las respuestas son las políticas socialdemócratas keynesianas que se defienden desde la izquierda. Es la izquierda la que está al lado de los agricultores y ganaderos, mientras que la derecha y la extrema derecha está al lado de los oligopolios y los grandes latifundistas.

No nos equivoquemos.

 

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