Como una araña en su tela, VOX ha tejido una red de alianzas con jugadores de la extrema derecha internacional, un mosaico de conexiones que revela una trama preocupante que hace del ascenso de VOX un peligro no solo para España sino también para la propia idea de Europa.
Estas conexiones, que abarcan desde Rusia hasta Israel, pasando por “grandes éxitos” de la extrema derecha como Marine Le Pen, Giorgia Meloni, Bolsonaro o Salvini delinean un patrón de colaboración y apoyo mutuo entre VOX y otros actores de la extrema derecha global.
La conexión rusa: un juego de sombras y financiación.
La relación de VOX con Rusia y, en particular, con el presidente Vladimir Putin, es un tema que ha pasado desapercibido en la opinión pública española. Informes de la Eurocámara han revelado la existencia de una red de financiación rusa hacia partidos de ultraderecha en Europa, y VOX no ha sido ajeno a estas acusaciones.
El oligarca ruso Konstantin Malofeyev, conocido por ser muy cercano a Putin y sancionado por su papel en la crisis ucraniana, ha sido señalado como uno de los financiadores de Hazte Oír, un grupo de apoyo clave para VOX.
Álvaro Arsuaga, tesorero de Hazte Oír, ha admitido que los fondos recibidos podrían estar alineados con los intereses de VOX, declarando, en sus propias palabras, una «total sintonía» con el partido. Esta conexión deja patente la influencia extranjera en la financiación y apoyos al ascenso de VOX.
En los últimos días se puede ver como Hazte Oír es uno de los principales protagonistas de las protestas de la extrema derecha en la sede del Partido Socialista en Ferraz.
Israel: una alianza estratégica con la ultraderecha.
La relación de VOX con el gobierno de Israel es otro pilar de su red internacional. En las elecciones generales españolas de 2019, Eli Hazan, director de Relaciones Internacionales del partido de Netanyahu, envió un mensaje de apoyo a VOX, marcando la cercanía entre ambas formaciones.
La conexión entre VOX y el Gobierno de Israel va más allá de declaraciones y gestos simbólicos. En los últimos años, se ha observado una serie de acciones y colaboraciones que fortalecen esta alianza. Organizaciones como Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) y la Fundación Friends of Israel han mostrado su respaldo a VOX, evidenciando el control de la derecha y la extrema derecha sobre las organizaciones del lobby israelí en España.
Milei: Estrategias compartidas y objetivos comunes.
La alianza entre VOX y Milei va más allá de la mera simpatía ideológica; se traduce en una colaboración en estrategias políticas y campañas. Esta sinergia se manifiesta en el intercambio de tácticas de comunicación, la participación en eventos y conferencias, y el apoyo mutuo en plataformas mediáticas y redes sociales. La relación entre VOX y Milei es un ejemplo de cómo los partidos de ultraderecha están utilizando la globalización para fortalecer sus redes y amplificar su mensaje a nivel internacional.
Juan García-Gallardo usa su participación en el gobierno de Castilla y León para financiar a la Extrema Derecha.
La trama se complica cuando nos adentramos en las relaciones de VOX con figuras como Marine Le Pen o Giorgia Meloni, revelando una red de alianzas dentro de una extrema derecha cada vez más organizada. Estos vínculos, marcados por una ideología compartida, se han manifestado en diversas formas, incluyendo el escándalo en la Junta de Castilla y León.
También se ha señalado los intereses cruzados y alianzas entre García-Gallardo (y otros cuadros del partido) y grupos y sectas ultraconservadoras. El despacho de abogados de su familia, donde trabajaba antes de ser vicepresidente, tiene como clientes a entornos directos de la secta El Yunque, lo que ha intensificado las especulaciones sobre sus conexiones y la influencia de estos grupos en el ascenso de VOX y en el propio García-Gallardo.
El contrato de patrocinio entre la Consejería de Cultura de Castilla y León, controlada por VOX, y el Instituto Superior de Sociología, Economía y Política (ISSEP), fundado por Marion Maréchal Le Pen, sobrina de Marine Le Pen, es un claro ejemplo de esta dinámica. Este contrato implicó el desembolso de 15.000 euros de fondos públicos para un curso de verano organizado por la extrema derecha.
Este caso no es un incidente aislado, sino que se inscribe en un patrón de conducta y una forma de hacer política por parte de VOX. La formación política ha mostrado una tendencia a establecer conexiones con entidades y figuras que reflejan su ideología ultraderechista. La incorporación de un exalumno del ISSEP como asesor en la Junta de Castilla y León, poco después de la firma del contrato, es un claro indicio de la interconexión entre los intereses políticos de VOX y las entidades afines a su ideología.
Oscuridad en los orígenes del vicepresidente de la Junta.
Además, las conexiones familiares de Juan García-Gallardo, vicepresidente de la Junta de Castilla y León por VOX, con el régimen de Franco, arrojan luz sobre las influencias que podrían haber moldeado las opiniones y posturas políticas del líder de VOX. Su abuelo materno, Juan Frings Mayer, recibió la nacionalidad española directamente de manos de Francisco Franco, un gesto que denota una estrecha relación y confianza entre las familias Frings Mayer y Franco.
En este contexto, la aparición de Giorgia Meloni en un acto electoral de VOX en Marbella es especialmente significativa. Meloni, una figura prominente de la extrema derecha italiana, compartió escenario con VOX, reforzando la idea de una alianza transnacional entre partidos ultraderechistas. Su discurso, cargado de retórica contra migrantes, feministas, el colectivo LGTBI, el aborto y Europa, resuena con los mensajes de VOX, evidenciando una sintonía ideológica y estratégica.
La alianza entre VOX, Le Pen y Meloni no es solo una cuestión de afinidad política, sino también una estrategia para consolidar una red de influencia ultraderechista a nivel europeo. Esta red busca no solo promover una agenda política común, sino también influir en la opinión pública a través de los medios y las redes sociales. La presencia y el impacto de estos actores en el ascenso de VOX y en la esfera digital es un reflejo de cómo la política contemporánea se juega tanto en los parlamentos como en las plataformas online.